jueves, 5 de marzo de 2015

Poesía día a día









Me miras
desde el quicio de la puerta aun medio dormida
te sonrío.


La taza de humeante café nubla tu rostro
pero sé que detrás hay otra sonrisa,
como la mía.


Sales con el tiempo en los talones
caminas deprisa las calles
que anoche paseamos juntos
de la mano.


Y ves mis estrías en los balcones de tu barrio,
el perfume de mi ombligo te asalta
y cerrando los ojos un instante
revives cada segundo
de una noche más en mis brazos


Ahora dime que no es poesía
eso que hacemos todos los días
cada mañana cuando me miras
con tu taza de café por toda compañía.


Y me espías mientras duermo en tu cama,
tranquila.


Carla 06/03/2015


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