sábado, 10 de septiembre de 2016

Mi querido amigo Jero





Mi querido amigo Jero,

Mis disculpas por hacer esta misiva visible a los ojos de otros muchos, pero es que no me veo capaz de andar respondiendo uno por uno a los dos o tres a quienes debería, Espero que me perdones por ello.

Por favor no te preocupes por mí. Ya me conoces bien, sabes que preciso este oxígeno puro de vez en cuando, desintoxicarme de toda esa mentira de la que encuentra en las redes. La vida es lo que me importa más, por eso algunas veces pego un puñetazo sobre la mesa, me rebelo. Y vuelvo a pensar que no tiene sentido. Me dura poco, la hiel tiene que buscar una vía de salida y afortunada o desafortunadamente todos saben que habrá una vuelta. 

Yo tan sólo aspiro el aire que me aleje un poco más cada vez, quizás un día sea para siempre, aunque nunca se cuando tendré la valentía suficiente como para ingerir mi propia hiel sin herir a los que me quieren, de una forma más liviana, sin explotar de repente. Poco probable, lo sé, pero aun aspiro a mejorar algún día... A seguir aprendiendo a ser persona de esas que dejan huella aunque sólo sea con los de cerca, todo un triunfo seria sólo eso. Lo sabemos, nadie es profeta en su tierra.

Muchas veces me han aconsejado no descarnarme en directo, que si se ríen, que si se alegran tus enemigos, que si no debes… Pero ya sabes, dame un consejo y haré lo posible por no obedecerlo, hasta tal punto llega mi convicción de que siempre debe uno equivocarse por sí mismo, y que los demás, harían muy bien en arreglar sus vidas primero, antes de fijarse en la de el de al lado. La vida nos llama, pero no la escuchamos, nos pilla demasiado ocupados viendo las pajas ajenas… Uiss se me fue, quería decir las pajas en los ojos ajenos, naturalmente. Jeje!

No está bien que os recuerden que nadie es perfecto, yo tampoco, yo menos.

Las mil veces te abrazo, te recuerdo que irme no es ni mucho menos olvidarte, olvidaros, que os añoro mucho más de lo que podríais llegar a imaginar, a comprender. Pero mi irreverencia y rebeldía se ponen de pie con ciertas traiciones que nunca llegaré a entender.

Porqués algunos escuchan a quienes no saben de qué van, y les dan el valor que nunca dieron a quienes tuvieron a una palabra de distancia. Cada día es más pesada la carga, cada día más los detractores sin conocimiento y con la razón nublada por la mentira. 

Intento no odiarles por ello, y ese es el más duro de los aprendizajes, no malquerer a los que te hieren, duro en especial para alguien que nunca creyó en las hegemonías ni deidades de ningún sector. Difícil para quien no soporta la incongruencia. Muy difícil para quien no sabe vivir sin dialogo, y abriéndose en canal aun en los peores momentos. 

Eso que muchos cubren de hipocresía, esa misma que me hace salir de sus círculos. 

Presumir de lo que no se es, la bandera de la comprensión es la peor de las mentiras de este mundillo. Las otras son pecadillos veniales en comparación con semejante tortura.

Estoy aquí, sabes que puedes contar conmigo, hablar cuando lo precises, pocos tienen esa condición, pero tu cuentas con ella por encima de lo racional. Porque tú eres una de esas almas que siempre dicen y actúan a corazón abierto. Doy gracias a la vida por tenerte cerca siempre.

Gracias por ser sin reserva alguna tú, conmigo. Gracias por dejarme ser, yo, contigo.


Mi abrazo hasta que no puedas respirar.

Carla

@carlaestasola
Extremadura, 10/09/2016 a las 15:49







sábado, 18 de junio de 2016

Perdón por tantas cosas









Perdón por los besos
quizás no supe atraer tu pasión con esa ingenuidad
y el temblor de unos labios que se sorprenden,
después de tanto tiempo, de nuevo deseados.

Perdón por los abrazos
por no saber transmitir todo el calor
que ardía en un cuerpo inerte,
por no estar acostumbrado a la ternura de unos brazos.

Perdón por las caricias
de unas manos tan pequeñas
que apenas cubrieron unos centímetros de piel
sin nunca abarcar tanto como quisieron,
cuando caminaban tu cuerpo
harto de tantas diferentes.
Hastiado de prolíficas formas
arañadas por un catálogo completo de colores de uñas de mil colores

Perdón por los poemas,
que promovió tu cuerpo sobre el mío,
debajo, encima, en paralelo, en perpendicular,
en tantas posturas como definía el antiguo tratado.

Perdón por los arañazos que en los instantes álgidos
se clavaron en tu espalda 
dejando un rastro rojo a su paso

Perdón por los poemas que bailaron la danza del apareamiento,
junto a las mariposas de mi estómago, 
muy pegados

Perdón por la saliva,
que regó tus poros torpemente,
mientras florecían caricias nuevas.

Perdón por el recuerdo que aun se me escapa,
cuando suspiro
y me encuentra concentrada en el tacto de unas manos
que ya son parte de mi cerebro

No presumas que no, que ya no eres tu,
es ese que creó mi recuerdo,
con la mezcla de hechos reales y soñados.

Que no, que ya no eres tu,
que ya es sólo el brote de un poema
de vez en cuando.

Carla
@carlaestasola
En Madrid a 18/06/16 a las 22:49

Poema basado en el tema de Andrés Suárez:
“Perdón por los bailes” …Y si te quieres venir tráete una copa de vino!





domingo, 15 de mayo de 2016

No tiene sentido









Fue en ese instante en el que decidimos empuñar las armas.
Cargar la munición pesada,
recurrir a lo más negro de nuestro interior,
rebuscar en la basura,
escudriñar cada rincón de lo que fue casa.
Imaginario hogar en el que el fuego habría
sido suficiente para fundir los hierros que nos encerraban.

Supimos más del fuego que el mismo Demonio,
combustión del pasado reciclando vida,
la vida ardiendo en nuestras llamas.
Pero llegó la lluvia,
aunque siempre la hubiéramos esperado,
pudimos mantenerla a distancia un tiempo.

Y llovió.
Llovió  incesantemente…
El agua inundó la fundición que nos mantenía vivos
Dejamos abierta la compuerta al desengaño,
poco a poco nos cubrió los pies de fango.
Y fue subiendo en intensidad de flujo,
despacio pero apagando cada rescoldo que encendiese llamas.

Llegándonos al cuello intentamos respirar,
en aquella avalancha de mar embravecido,
pero nos cubrió finalmente hasta ahogarnos.

Nos agarramos a tablas ardiendo,
Intentando mantener la cordura a salvo.
Pero el flujo había aumentado tanto
 que nos arrastraba  por canales opuestos
nos alejaba rápidamente en sentido contrario.

Aun así intentábamos respirar,
mantener la cabeza fuera del agua,
pero nos aterrorizaba que en semejante oscuridad
nos atacara alguna alimaña.
Ajenos a la realidad de nuestro propio bestiario liberado.

Por eso cerramos las bocas,
nos hundimos entre los intentos
por agarrarnos a cualquier criatura o cosa
que rozara nuestra piel.

Y conseguimos salvarnos finalmente,
pero dejamos las uñas, los puños y las piernas,
el cuerpo, la piel, los ojos y la inocencia en los intentos.

Cada cual por su lado,
nos culpamos mutuamente de no seguir respirando.

En esta inmensidad inerte después del naufragio,
sabemos, que ya nunca volveremos a encontrarnos.

Entre los barrotes de nuestras celdas,
ya no nos miramos.

Heridos, maltrechos,  hundidos, sangrando,
sólo queda rencor, odio, y ganas de destrozarnos.

Alguna vez desfallecemos sin embargo,
Intentamos acercarnos,
pero los restos del naufragio vuelven a golpearnos.

Ya es más necesidad que otra cosa,
acabar de una santa vez con esta guerra fría,
antes que congele el pasado.

El fuego  no puede recuperarse cuando todo está mojado,
y para qué todo este sinsentido de querer recuperarnos.
Si ya nada queda el agua se lo ha llevado.

Esa tormenta que un día nos unió,
también destruyó cuanto fuimos a su paso.

Si no tiene sentido intentar de nuevo seguir flotando,
seamos entonces cementerio de barcos,

Al menos el agua nos acompañará en esta muerte
de tesoros enterrados,
plácida y suave nos acariciará eternamente,
estatuas de espaldas, ya sin miramos.

Ciclo de agua y cementerio de barcos.

Carla


@carlaestasola     En Madrid a 14/05/2016   a las 11:50

martes, 10 de mayo de 2016

CREAR UN BULO EN LAS REDES ES TÁN FÁCIL




Subtítulo:  "Las viejas del Visillo versión twitter"



Algunas veces la vida confabula en contra de uno. Las personas que ha pasado por mi vida cuentan historias, que desde luego desde su lado son totalmente ciertas, pero no cuentan la historia completa. 

Esa la saben sólo dos personas, sus protagonistas.

Lamentablemente cuando uno de los dos protagonistas miente en su versión a los demás esto termina por expandirse a todos sus amigos, y estos a su vez lo expanden entre los suyos.

Finalmente es una historia interminable, basada en una mentira que todo el mundo ha dado por por verdad.

Exactamente eso  es culpa de las redes sociales que nos reinventan, y tenemos que cargar con background que nada tiene que ver con la realidad.

Si eres uno de esos que has oído hablar mal de mi, sólo te pido un favor, trata de conocer la otra parte de la historia, y quizás te des cuenta que todo lo que has oído fueron cotilleos e historias sin fundamento alguno.

He tenido que cargar, y cargo con una historia inventada sobre mi, que cada uno ha ido ampliando a su libre albedrío. Hoy en día y gracias a esas cotillas sin fundamento, hay un montón de gente engañada, que se ha creído todo lo que le han dicho.

Ese daño es naturalmente irreparable, y sólo me importa a mi. 

Últimamente todos los que se apuntan a ese carro son un grupo numeroso y activo que se dedica a esparcir la basura que un día se inventaron. Lamentablemente incluso las personas que me conocen muy bien, más incluso de lo que yo quisiera, han creído toda esta basura.

El daño sigue aumentando y naturalmente el coprotagonista despiadadamente sigue sin decir la verdad sobre los hechos. 

Es agua pasada aquella historia rídicula que duró un pis pas en el tiempo. Pero si queréis oir la verdad quizás la cuente. Contarla cuando a nadie le interesa, no tendría sentido.

Si has creído toda esa ponzoña que se dedican a esparcir sobre mi, te ruego que dejes de seguirme. 

Estoy hasta las narices de tener que contar una historia que no tiene ninguna importancia, miles de veces para que finalmente me den la razón.

No voy a defenderme más de ataques y mentiras infundados de gente que nunca me conoció, y que se creyó lo que le dijeron de oídas y sigue difundiendolo.

Estarás contento mi querido amigo, tu equipo de esparcimiento de basura finalmente lo ha conseguido, ya las creen a ellas antes que a mi.

ENHORABUENA a todas las mentirosas y mentirosos, habéis ganado, me doy por vendida. 

Quienes me conocen saben que no hay nada de verdad en lo que dicen.

Punto y final, hasta aquí.

Sinceramente,
Carla

-Sin banda sonora.

martes, 8 de marzo de 2016

De profesión perverso en redes







Hacía tiempo que no había vuelto a sentir aquella perversa sensación tan fuertemente acogida por su libido, desde que dejó aquella red social a la que se había enganchado de una manera insana, y que tuvo que abandonar de forma fulminante, para que no terminara con lo poco que quedaba de su vida.

Decidió contemplar el paisaje para  intentar olvidar sus instintos, afortunadamente no había mucha gente que pudiera percatarse de su erección, era demasiado temprano y el parque era poco frecuentado a esa hora, desde allí podía divisar el estanque donde la suave luz de aquella mañana de invierno, resultaría sin duda tranquilizadora para su ánimo.

Recordaba sus primeros pasos en aquella red social donde comenzó el principio del fin. Su erotismo y mensajes eran tan jodidamente llamativos que pronto comenzaron a seguirle muchas mujeres. No tenía idea de cómo en pocos meses había llegado a tener tantas personas que lo seguían. Todo iba más o menos bien hasta que comenzaron los mensajes en privado.

Sus primeros escarceos con algunas de sus seguidoras, denotaban la falta de costumbre en aquellas lides, unas risas, algunas conversaciones contractuales. Pero de vez en cuando  surgía esa chispa, ese interés por la persona que le hablaba desde el otro lado. La mayoría de las veces es cierto,  se quedaban nada más en eso, simples comentarios, saludos matinales y nocturnos. Cometió muchos errores, se equivocó unas cuantas veces… Pero poco a poco fue conociendo la forma en la que ellas funcionaban.

Casi todas eran mujeres de una edad mediana, entre la treintena y la cuarentena, profesionales muy cualificadas, generalmente con medio a alto nivel académico. Médicos, maestras, azafatas, abogadas, psicólogas, cocineras…

Lo de menos quizás era su aspecto físico. Su viveza en la respuesta, su gracia le atrapaban en un primer momento. La táctica a partir de ahí, era dar un poco de pena, siempre funcionaba, que si las carencias existenciales, que si situaciones familiares que empezaban a resultar insoportables, que si necesitaba espacio para respirar... Todas las causas perfectamente entendibles ya que ellas se hallaban en la misma tesitura. La empatía y la atracción, conversaciones más frecuentes y finalmente algún mimo daba lugar a algo más, una frase más erótica que de costumbre y todo iba sobre ruedas. La necesidad de una imagen primero, un sonido después y un largo etcétera de cúmulos en cascada derivaban finalmente en sexo cibernético.

Se convirtió en un confidente audaz, sabía discernir dónde había alguna posibilidad de encuentro, que finalmente casi siempre se producía… Excusas de viajes por trabajo que desembocaban en citas casuales para un café, y terminaban en contadas ocasiones en la habitación de un hotel. Si bien es cierto que esta no era la norma, pero ocurría.

Al principio le excitaba simplemente el mero hecho de llegar a un límite más frugal, pero en poco tiempo se convirtió en un depredador sexual en busca de víctimas. Ya lo excitante no era lo que obtenía a cambio, sexo con tantas mujeres diferentes, sino todo lo que añadía morbo a aquellas aventuras… El conocimiento de que en su mayoría eran mujeres casadas añadía un punto mordaz a su conquista y un acicate para embestir más a fondo, sin dejar a su presa la menor posibilidad de escape. Abrumarlas con cariño, interés y lo que prometía ser sexo excitante, actuaban como revulsivo eficaz.

Llegó un momento en el que prácticamente no tenía vida más que virtual, estaba conectado tantas horas que sus ojos enrojecían y la vitamina D escaseaba en su organismo. El onanismo de los actos a solas, aunque estuviera acompañado siempre por alguna interlocutora, ya no importaba si era de día o de noche. Llegó a estar noches sin dormir. Hubo veces en que se masturbaba más de treinta veces diarias, perdió mucho peso, apenas comía. Era un zombi pegado a un ordenador con los genitales a punto siempre, cada vez más excitante que la anterior.

De todos sus encuentros se olvidaba con la siguiente cita. Nadie conseguía quedar en su recuerdo, acostumbrado a todo tipo de cuerpos, las imágenes que se quedaban en su mente se limitaban a una zona muy definida en unos veinte centímetros escasos, a veces depilados por completo, otras a medias, otras con pelo, rizado, con un específico olor cada uno, aunque parecidas reacciones. Entre todas le fueron convirtiendo en un amante casi perfecto.

Todo parecía ir miel sobre hojuelas hasta que llegó ella… Ana entró en su privado un día para pedirle que apoyara una causa justa haciendo llegar un mensaje a sus seguidoras, a lo que el asintió sin problemas. A partir de ahí él comenzó su asedio, lento pero seguro, tranquilo y perverso.

Ana no iba a resultar fácil de convencer, era bastante inteligente y tenía una familia perfecta y bien estructurada, nadie le había hecho perder la cabeza, se limitaba a hablar unos minutos y ya. Era el tipo de mujer que controlaba perfectamente la situación, iba a tener que poner toda la leña en asador para conquistarla, y así lo hizo…


Continuará...

Carla
09/03/16 a las 0:05

lunes, 15 de febrero de 2016

La mirada del fotógrafo







Puntual como cada mañana la vio aparecer, con la mirada perdida, contando los adoquines de la vieja calle por la que caminaba, nada podría haberle hecho levantar aquella mirada del suelo.

Ese aire de melancolía ceñido a su cuerpo como el uniforme de la tristeza que paseaba cada día, sin falta, sin pausa, cadenciosa y lenta, entre el claroscuro de la intempestiva mañana. Tan temprano, ella iluminando las calles al compás de la tenue luz de la nublada mañana…

Un día más, como tantos otros, esa mujer se había convertido en la razón por la que despertar tenía algún sentido. Cada noche ponía en hora su despertador para no perderse la escena. Era el único acicate que insuflaba el oxígeno de la vida en su rutina repetitiva,  la razón que le sacaba de la cama y que le obligaba a levantarse para asomarse ante aquella ventana, cada día. Desde donde la contemplaba como si de una performance se tratara. Siempre el mismo recorrido, apenas unos minutos de diferencia entre los días,  la única pauta inesperada en  el horario.  El estaba alerta con antelación, por si se anticipaba o atrasaba, pero hasta en eso, era recurrente.

Alrededor de las nueve aparecía por el extremo de la perpendicular, desde la esquina izquierda hacía su entrada triunfal en su pasarela particular. Al ser una zona restringida de tráfico se podía permitir el lujo de caminar por el centro de la calle, como si tuviera  miedo a que alguna de las cornisas de los antiguos tejados pudiera desprenderse. Pero claro, esta era la visión de el, imposible imaginar la verdadera razón de ella, para hacerlo de esta manera, y no de otra.

Durante unos  cuatro minutos su visión se centraba en ella, esa mujer le resultaba el animal más bello que nunca hubiera visto, por desconocido aún más fascinante, una atracción como nunca antes había sentido.

Siempre informal pero con esa elegancia al caminar, y en aquellos minutos imaginaba, con el ojo puesto en el visor de su cámara profesional, cada una de  las mil historias que podía inventar, una diferente  cada día, sobre la razón de aquellos paseos matutinos. 

Desde aquel  accidente que le había dejado atado de por vida a su silla de ruedas, había pocas cosas que le ofrecieran un motivo por el que aferrarse a la vida. Su carrera profesional también se vio truncada, toda su vida trastocada y la desgana se apoderó de él, no inmediatamente, pero si con el transcurso de los años. A sus cuarenta años,  y después de pedirle a su novia que le dejase al saber que permanecería de por vida en esa paraplejia, nada más había vuelto a atraer su atención de aquella manera y lo que le fascinaba más aún es que ella sin saberlo, le había forzado a abrir de nuevo, la funda de su cámara y retomar el contacto con su mundo, ese que siempre le había apasionado, la fotografía.


Ella le enfrentó a ese difícil reto de tomar mil fotos de la misma escena, y que ninguna de ellas, ni siquiera se parecieran. Buscando ángulos, aperturas y filtros, enfoques, esos minutos eran para él ya, la ilusión de su día a día.

Carla día 15/02/2016
a las 18:30

La imagen es de: @pepeclick  

Su web: http://www.pepefotografia.es/


viernes, 12 de febrero de 2016

Llanto seco y sonrisa










Lenguas desconocidas que me cuentan mi historia,
exactamente lo mismo pero es otra persona,
no soy yo.

Agazapada en las sombras
busco refugio,
la garganta  se ahoga.

Puede que no haya lágrimas,
pero la decepción es honda.

Hablan de ti y de mí,
pero no soy yo.
Y sin embargo es casi la misma historia,
Parecidas frases, poesía que eclosiona…

Y el ríe,
mientras ellas lloran
O ellas ríen,
mientras el llora.

No hubo cadáveres.

Invisibles son las heridas de esta guerra,
aunque dejen cicatrices  imperecederas,
de esas que no caducan,
enquistándose hasta la médula,
y poniendo finalmente freno
a  almas inquietas,
que buscaban al refugio de las letras,
el calor de un hogar, la leña con la que prenden
rutinas insatisfechas, aburrimientos longevos,
tedio de sensaciones mudas en pieles inertes
hacía tanto tiempo.

Y van llegando nuevas versiones
Del mismo cuento.

Hasta que hilas, y te abofetea la consciencia...

No éramos alternas,
sino simultáneas.

Y justo en ese instante la casualidad
se torna alevosía,
se vuelve traición.

Y desnuda como has estado,
ciega, envenenada…

Se te pega en la piel la deslealtad
como el calor de esa ciudad costera,
que por mucho que te duches no desaparece.
Y  aunque te acostumbres a vivir con ella,
ha dejado ya cuerpo y alma surcado de secuelas.

Inalterables, insufribles, indomables
Interminablemente  eternas.

Mientras tu conciencia se reafirma a duras penas,
dando  explicaciones inverosímiles
a la efímera belleza
de un pasado que dejó

a la vez, sonrisa y ofensa.

De entre todas las lágrimas,
un llanto seco esboza una sonrisa,
era cierta la sospecha.

Carla
día 13/02/2016 a las 2:29

miércoles, 3 de febrero de 2016

Ápice de cordura





Guardaba ternuras escondidas entre sus uñas,
y un silencio absoluto que regaba sus ojos.
Pudo haberse quedado en silencio ilimitado
aunque su locura la llevara a escribirlo,
no lo haría…

Aun en ese estado de desasosiego
logró insuflar un ápice de cordura
y calló de nuevo.

Recordó que el silencio es humilde,
y aun llena de razones ante las palabras
vertidas a la cloaca de los que ávidos
que leen lo que les cuenten como verdadero,
reincide en el silencio mordiendo sus labios
hasta sangrar.

Tantas mentiras,
tanto engaño,
alguna vez alguien sacará a flote la verdad
esa que aun nadie ha escuchado,
y callarán las sirenas de los mares revueltos.

Quiso ser calma y nadie la sacará de su silencio
buscado, preciso, deseado, inmenso, saciante,
Calmante y pausado, lento y suyo.

Al fin ese descanso esconde silencio humilde
que no humillado.

Puede que la prosa sea demasiado complicada
cuando los sentimientos son puro abstracto.

Y no es que me tape con poemas,
es que escribo lo que me sale,
cuando me sale
y como me sale,
es la libertad del que escribe
sometiendo al lector
a la dictadura de su propio ritmo,
aunque sólo dure mientras lee

#esloqueyé


Carla
Día 04/02/2016 a la 1:40


martes, 12 de enero de 2016

EL DÍA DESPUÉS DEL FIN DE NUESTRO MUNDO por Bowie















EL DÍA DESPUÉS DEL FIN DE NUESTRO MUNDO


Hoy tras la resaca de una nefasta noticia,

el mundo es diferente,

la luz es más tenue,
su imagen en nuestras retinas por siempre.



Su devenir fue siempre inesperado,

nos sorprendía cada vez,

pero esta sorpresa no la esperábamos
NO



Viejo compañero de sintonias mágicas,

el polvo de tu estrella será eterno,

tanto como tus ojos felinos,
y tu pelo al viento.



Duerme pequeño príncipe de la Luna,

que ya te velo,

te velamos tantos,
en cada rincón de este viejo planeta
ahora oscuro.



Míranos desde Marte, por favor


Sin ti pero siempre contigo.



@Carlaestasola