Guardaba ternuras escondidas entre
sus uñas,
y un silencio absoluto que regaba sus
ojos.
Pudo haberse quedado en silencio
ilimitado
aunque su locura la llevara a
escribirlo,
no lo haría…
Aun en ese estado de desasosiego
logró insuflar un ápice de cordura
y calló de nuevo.
Recordó que el silencio es humilde,
y aun llena de razones ante las
palabras
vertidas a la cloaca de los que
ávidos
que leen lo que les cuenten como
verdadero,
reincide en el silencio mordiendo
sus labios
hasta sangrar.
Tantas mentiras,
tanto engaño,
alguna vez alguien sacará a flote la
verdad
esa que aun nadie ha escuchado,
y callarán las sirenas de los mares
revueltos.
Quiso ser calma y nadie la sacará de
su silencio
buscado, preciso, deseado, inmenso,
saciante,
Calmante y pausado, lento y suyo.
Al fin ese descanso esconde silencio
humilde
que no humillado.
Puede que la prosa sea demasiado
complicada
cuando los sentimientos son puro
abstracto.
Y no es que me tape con poemas,
es que escribo lo que me sale,
cuando me sale
y como me sale,
es la libertad del que escribe
sometiendo al lector
a la dictadura de su propio ritmo,
aunque sólo dure mientras lee
#esloqueyé
Carla
Día 04/02/2016 a la 1:40
No hay comentarios:
Publicar un comentario