jueves, 10 de diciembre de 2015

Soy hoja





Solo ella, hoja caída,
inválida ya para propagar tu oxígeno.
Con la belleza inerte de un mal sueño,
realidad volteada por una tímida ráfaga de viento.

A su voluntad me debo,
él me mueve y me contorsiona
a veces sin ser consciente, me hunde en charcos
que a los días secan.

Dejándome de nuevo medio enterrada.
Pero entonces llega de nuevo su fuerza inusitada
y de un leve vuelo me traslada, 
de espaldas ahora,
al suelo.

Antojadizo tiempo, de este caer d e hojas 
hermanadas en el invierno.

Algunas conservando aún cierta tersura,
su verde apenas amarillento ...

Mientras a otras,
 una gama de ocres 
nos maquilla las arrugas  del alma.  

Moribunda, al sol, a la sombra.

Y ahora déjame reposar viento,
que quiero ser pasto del sueño,
penetrarle con ese halo de vida 
aun  capaz de  alimentar raíces.
Ser abono que en primavera de fructifique
y ver así mi ciclo de la vida completo.

Que ya no soy 
soy ellos, 
ya no me muevas más,
deja que acabe mis días,
Viento


Carla
día 11/12/2015 a las 1:40






Música: 

Brahms: Concierto para violín




martes, 1 de diciembre de 2015

Mío







Hoy como cualquier otro día, desde que no estas, me costó levantarme, hacía frío y me quedé ahí, muy quieta, tapada hasta las orejas, de no ser por el leve movimiento que destapó mi hombro al levantar el brazo para coger el móvil de la mesilla de noche.

Nada tuyo, como todos los días, ya no hay palabras, ni suena la música, ni se remueve libido con las fotos.

No hay café, ni ganas de levantarme a hacerlo. Me mantengo ahí leyendo las diferentes redes sociales largo rato, se está bien en la cama, la sensación de calor me incita de nuevo al sueño, pero me resisto, me ayudo leyendo los tres o cuatro mensajes que a diario me desean buenos días en privado, con sus fotos y la amabilidad de costumbre consiguen que esboce una mínima sonrisa…

Era diferente cuando eran tus mensajes. Recuerdo la ilusión con que los recibía, no faltaron nunca, ni una sola mañana, no importaba cómo te sintieras, ni aun en los peores momentos me faltaron. Entonces yo era  esa prioridad. Por un pequeño espacio de tiempo en tu vida fui lo más importante cada día. Esa ilusión que iluminaba tus ojos al despertar, esos momentos robados antes de que toda tu familia pululara por la casa, ya habías estado conmigo, aunque fuera unos segundos ocupándote de que mi despertar fuera especial, de que la luz que entrara en mi cuarto no necesitara de abrir la ventana.

¿Y tú me preguntas porqué te echo tanto de menos? 

Asumo que soy especial, como cada uno de nosotros lo somos, pero ya no me vuelan esas “mariposas” en el estómago haciéndome sentir la mas bella entre las bellas, la mujer más deseada, ese placer prohibido que llenaba tus momentos imaginados. Tu ilusión y la mía se habían encontrado en ese espacio infinito en que nos perdíamos cada segundo, cada hora, todo el día,  y toda la noche.

Cuando todos dormían, nuestras letras se acariciaban, mimándonos con regalos, ínfimos detalles tan importantes para los dos. Nuestras músicas dialogaban en un idilio de notas, de miradas, de temblores ruborizando las madrugadas. 

Música, imágenes, sensaciones, sonrisas…

¿Y  tú dices que no te he perdido?

Y seguramente tienes razón,  porque ya no nos hace falta escribir para comunicarnos, hemos pasado a otro nivel. Ya no tenemos que hablar para escucharnos… Ni tenemos que querer estar juntos, porque lo estamos, aunque no hablemos adivinamos las palabras… Añorándonos nos vivimos más que nunca, cercanos, y sonreímos a la vida por habernos dejado  ese espacio en el que siempre nos encontraremos, por mucho tiempo que pase, aun sin pretenderlo, estamos más presentes cuando no estamos.

¿Y tú dijiste que yo había ganado?

Aun perdiéndonos los dos ganamos, reconoce al menos, que en algo me he adelantado… Al menos yo puedo contarlo, aunque se me atragante esa lágrima, que no quiero llorar hacia afuera, quiero que ese llanto sea mío, como tú lo fuiste, un día,hace mucho tiempo.

Carla

02/12/2015  a las 0:45

viernes, 27 de noviembre de 2015

Dibujando sentimientos









Le miro desde la ventana iluminada del amanecer
Ha permanecido sentado, silenciosamente quedo.

Su falta de sueño le indujo al abrigo del papel,
ese bolígrafo ya viejo, pero que a él tanto le ayuda
a deslizarse por las líneas  dibujando sentimientos..

Va desnudándose despacio, para acariciar mis heridas
con el roce de las yemas de sus dedos.

Dejamos que las palabras usen nuestros cuerpos,
deteniéndonos en cada verso, para mirarnos de nuevo.

Sus ojos brillan, pequeños puntos de miel derritiéndose
hasta unir estrofas, 
entre cada palabra un beso como
espacio entre letras que nos conduce
a un poema interminable, donde cada día,
surjen más y más letras a la luz que sutil
nos penetra desde su parque hasta mi puerta,
desde su fuente hasta mi cama 
tan sólo separada
por dos ventanas a oscuras.

Hoy en silencio me llenó de estrellas,
Y ella solitaria seguirá mirándole cada noche,
para que el pueda seguir describiéndola.

Me gusta esta luna grande, cercana y
blanca que ilumina nuestros  inacabados poemas


Carla 28/11/2015 
3:26


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Distancia más próxima





Nos hemos cerrado todas las puertas
aun así, se nos ha olvidado
que la principal vía sigue abierta.
Yo te pienso y
tu me piensas...
No somos quienes para cerrar
las almas
ellas van por libre

Nace para ti,
desde la distancia mas próxima


Carla 18/11/2015 - 13:00

domingo, 15 de noviembre de 2015

Hoy más que nunca estás ahí





Querido Antonio,

(Aunque podrían ser unos cuantos los nombres a citar en este encabezamiento, usaré el tuyo como referente por ser el primero en echarme de menos)

Llevo muchos meses arrastrando inconstancia, falta de ganas, o como quieras llamarlo, a veces tanto que es para mí un verdadero esfuerzo sentarme a escribir unos tweets, tanto, que la mayor parte de las veces demoro la hora de hacerlo hasta el último minuto del día, o de la madrugada, como últimamente me está ocurriendo a menudo. Y cada vez se va alargando más esta hora, hasta el punto de dejar mis horas de sueño realmente reducidas al mínimo. Esto provoca obviamente un retraso a la hora de despertarme que cada vez se acerca más al medio día, mis ritmo biológico está variando de tal manera que no puedo seguir permitiéndome ciertos lujos, y como diría mi querido Jerónimo, debo abandonar por motivos de salud durante un tiempo este escenario público.

Ello no comprende a este lugar privado donde a veces nos encontramos unos cuantos, muchos menos de los que me gustaría, pero aquellos que realmente se preocupan por mis escritos son ahora mi única prioridad, y espero que al menos mis fuerzas para seguir comunicándonos a través de esta vía no desfallezcan, porque ésta era mi preocupación más acuciante. El tedio a la hora de escribir se había extendido hasta este lugar, y eso no puedo consentirlo, porque mi blog es "el diario de mi niñez" en la etapa actual, ese donde puedo volcar todo lo que me afecta, me preocupa, sueño o imagino. Como todos sabéis mi válvula de escape, ese mi último reducto para sentir y donde me gustaría notaros cerca, muy cerca.

Algunos me invitaron escribir con ellos y lamentablemente no funcionó, otros me invitaron a participar en sus blogs, pero soy demasiado vaga para abrir otras cuentas (qué complicado es wordpress por dió!), Lo que agradezco a todos de todo corazón. Pero no...

Me siento a gusto, en este pequeño lugar, donde sólo me leen unos cuantos locos como yo, en petit comité es como me siento mejor, sabiendo que casi susurro mis historias al oído de cada uno / una de vosotros, Si es que aún me seguís por aquí ...

Seguiré escribiendo hasta que no tenga fuerzas para seguir haciéndolo y espero que alguien me lea, porque sino de poco servirán, aunque lo haría incluso por escribirme a mi misma.

Sé que Antonio me echará de menos, pero me tiene aquí, y todos podéis seguirme en Google+ de donde por ahora no pienso desaparecer.

No sé si alguna vez volveré a @twitter mucho tiene que cambiar todo por ahí para recuperar las ganas de hablar en ese foro ... 

Lamentablemente, y sé que muchos sonreirán (de esos que no me leen, pero están al cabo de la calle de todo cuanto digo) he perdido demasiadas cosas que me ataban a estar ahí, tantas que cada tweet me costaba un pedacito de corazón, sangrando , el desafío no es divertido.

Sois demasiados los que me habéis dejado, la mayor parte de aquellos a los que disfrutaba leyendo, demasiados con los que ni siquiera crucé una palabra. Algunos, sin duda con una razón porque si tuvieron esa palabra conmigo, pero la gran mayoría tan sólo me conocieron de oídas por gente que manipula todo aquello que toca, y eso acaba por doler demasiado ... No voy a hablar de las historias que sobre mi se inventaron, ni de las que ocurrieron de verdad, al menos todavía ...
  
Al menos aquí aun habrá un lugar en el que mis historias sean reales aunque sólo en mi imaginación y en la de los que me leen.
  
Gracias, hoy más que nunca por estar ahí, c uento con vosotros,

Carla

15/11/2015 a las 21:35

Música: Debussy - Rêverie






domingo, 25 de octubre de 2015

Lectura vacía








Cierro las tapas de mi libro, de todos modos no consigo comprender lo que estoy leyendo, y no por su complejidad, sino por mi incapacidad de concentración… Últimamente me pasa a menudo, desde que ella falleció hay temporadas en que la cabeza simplemente no está conmigo, parece que se hubiera ido con ella, se pierde en sus propios infiernos y divagaciones sin que yo pueda hacer nada por impedirlo. La fuerza que la aleja de mi consciencia es muchísimo más fuerte, tanto que a veces, ni siquiera la siento, no está… Y se producen esas lagunas, que se pueden convertir en horas, porque campan a su libre albedrío entre los lugares en los que si querrían estar… Puedo estar pensando en varias cosas a la vez sin ser para nada consciente de la rapidez con la que mis pensamientos la invaden, resuelven y se alejan nuevamente.


Sentarse y ver las letras pasar inconexas, sin formar palabras, se suceden como en un tiovivo, lentas, se enfocan y desenfocan libremente, me pierdo en los espacios en blanco, entre los interlineados pasa media vida, y sin embargo al pasar la página, tengo que volver a la página anterior una vez más, incapaz de la asimilación de lo leído.  


Vuelvo a hacer el enorme ejercicio de fijar mis ojos en las primeras palabras, pero mi mente vuelve a divagar sin rumbo mientras mis ojos recorren las líneas sin descifrar el significado de lo que transcurre ante ellos, releer la página veinte veces sigue sin ayudarme a comprender lo que leo, nada queda retenido en mi memoria, todo desparece en el vacío, seguramente mi inconsciente conoce mucho mejor el libro que yo, seguro que lo recrea en mis sueños… Definitivamente no pueden quedar en blanco tantas horas de lectura, a algún lugar habrán ido a parar los párrafos.



Carla
26/10/2015
a la 1:45

Música: Mahler : Symphonie 4 : Poco Adagio - BPO /Karajan*
Imagen: Óleo de Martín
Llamedo

viernes, 16 de octubre de 2015

Disfrutar tanto como hubieras deseado











Y  si, debo darte la razón cuando dices que quizás no he disfrutado de ti, tanto cómo hubieras deseado.

Siempre me dejo llevar por esa inseguridad infantil, donde no merezco a quienes me aman, y por tanto ser amada, lo que dispara una  reacción en cadena que desatan todas mis relaciones.  Soy demasiado egoísta, para hacerme cargo de dos personas a la vez, por eso desequilibro todo, al ocuparme sólo del yo, y no del nosotros... Y eso no sería un gran problema si al menos recuperara en algún momento la empatía, mientras me adentro en mi propio universo… Y pierdo el hilo como casi siempre, y  recuerdo tu sonrisa,  y tus manos, tus dedos resbalando lentamente por mi  espalda, ensimismada en el recuerdo de nuestros momentos juntos,… 

Sé que igual tú ya te has olvidado de las ilusiones que se vuelven realidad, y pocos factores me llevan a pensar en que tú no lo hagas…

¿Recuerdas?, la lluvia caía incesante, jarreaba en Madrid fuera de ese secano  cansino que normalmente es, era un día diferente…

Y ahora mis ojos se cierran suavemente, me regocijo pensando en el sueño. He madrugado demasiado esta mañana, y tras el insomnio de cada noche, mis horas de descanso apenas han llegado a cuatro escasas, cada día estoy más cansada, tanto que menos me cuesta entrar en esta melancolía de lo que no volverá.

Aparcar la ilusión es duro siempre, pero aun mucho más cuando tras ella cierras una puerta, que tienes el  firme propósito de no volver a hacer ni intención de abrir nunca más, donde queda una parte de tu vida que tampoco puedes  continuar, donde te quedas tú, pero también donde me quedo yo.

Tantas veces hubo posibilidades, pero debías ser tu, y no otra persona, por las razones que fueren, ya no importa, el caso es que mi destino encajó en el tuyo unos días, de una manera inesperada, aunque totalmente alevosa, que nunca debió terminar como lo hizo. No, no me arrepiento de mi consciencia en ese instante, de tomar decisiones, de elegir libremente por una vez en mi vida hacer, exactamente lo que quería hacer. Ya hace tiempo que libraba una batalla conmigo misma,  que quería ganar sin corazas, aunque a la larga pareciera más una pérdida, sé mejor que nadie lo que he ganado.

Puede que sea en las batallas perdidas, precisamente donde más se gana. Sólo cómo ejemplo satírico la vida nos da la respuesta, el porcentaje de perdedores es siempre el mayor, porque es en ese estadío donde somos más humanos, donde nos ponemos en lugar del otro, que al fin y al cabo es de lo que se trataba esta mierda de vida, de ser humanos.

“Ahí estabas,
mirándome sonreír,
escuchándome,
pupilas inmensas,
solícito y callado…
Disfrutándonos cada segundo.
Así es como quiero recordarte
deseándome…”

Y no se si finalmente tu, pero al menos yo, he disfrutado más de lo que habría ya no imaginado, sino soñado alguna vez. Ni siquiera en mis historias habría podido crear a alguien semejante a ti... 

Si, disfrutar era eso, aunque tu no lo creas.



Carla 16/10/15  a las 19:44