martes, 8 de marzo de 2016

De profesión perverso en redes







Hacía tiempo que no había vuelto a sentir aquella perversa sensación tan fuertemente acogida por su libido, desde que dejó aquella red social a la que se había enganchado de una manera insana, y que tuvo que abandonar de forma fulminante, para que no terminara con lo poco que quedaba de su vida.

Decidió contemplar el paisaje para  intentar olvidar sus instintos, afortunadamente no había mucha gente que pudiera percatarse de su erección, era demasiado temprano y el parque era poco frecuentado a esa hora, desde allí podía divisar el estanque donde la suave luz de aquella mañana de invierno, resultaría sin duda tranquilizadora para su ánimo.

Recordaba sus primeros pasos en aquella red social donde comenzó el principio del fin. Su erotismo y mensajes eran tan jodidamente llamativos que pronto comenzaron a seguirle muchas mujeres. No tenía idea de cómo en pocos meses había llegado a tener tantas personas que lo seguían. Todo iba más o menos bien hasta que comenzaron los mensajes en privado.

Sus primeros escarceos con algunas de sus seguidoras, denotaban la falta de costumbre en aquellas lides, unas risas, algunas conversaciones contractuales. Pero de vez en cuando  surgía esa chispa, ese interés por la persona que le hablaba desde el otro lado. La mayoría de las veces es cierto,  se quedaban nada más en eso, simples comentarios, saludos matinales y nocturnos. Cometió muchos errores, se equivocó unas cuantas veces… Pero poco a poco fue conociendo la forma en la que ellas funcionaban.

Casi todas eran mujeres de una edad mediana, entre la treintena y la cuarentena, profesionales muy cualificadas, generalmente con medio a alto nivel académico. Médicos, maestras, azafatas, abogadas, psicólogas, cocineras…

Lo de menos quizás era su aspecto físico. Su viveza en la respuesta, su gracia le atrapaban en un primer momento. La táctica a partir de ahí, era dar un poco de pena, siempre funcionaba, que si las carencias existenciales, que si situaciones familiares que empezaban a resultar insoportables, que si necesitaba espacio para respirar... Todas las causas perfectamente entendibles ya que ellas se hallaban en la misma tesitura. La empatía y la atracción, conversaciones más frecuentes y finalmente algún mimo daba lugar a algo más, una frase más erótica que de costumbre y todo iba sobre ruedas. La necesidad de una imagen primero, un sonido después y un largo etcétera de cúmulos en cascada derivaban finalmente en sexo cibernético.

Se convirtió en un confidente audaz, sabía discernir dónde había alguna posibilidad de encuentro, que finalmente casi siempre se producía… Excusas de viajes por trabajo que desembocaban en citas casuales para un café, y terminaban en contadas ocasiones en la habitación de un hotel. Si bien es cierto que esta no era la norma, pero ocurría.

Al principio le excitaba simplemente el mero hecho de llegar a un límite más frugal, pero en poco tiempo se convirtió en un depredador sexual en busca de víctimas. Ya lo excitante no era lo que obtenía a cambio, sexo con tantas mujeres diferentes, sino todo lo que añadía morbo a aquellas aventuras… El conocimiento de que en su mayoría eran mujeres casadas añadía un punto mordaz a su conquista y un acicate para embestir más a fondo, sin dejar a su presa la menor posibilidad de escape. Abrumarlas con cariño, interés y lo que prometía ser sexo excitante, actuaban como revulsivo eficaz.

Llegó un momento en el que prácticamente no tenía vida más que virtual, estaba conectado tantas horas que sus ojos enrojecían y la vitamina D escaseaba en su organismo. El onanismo de los actos a solas, aunque estuviera acompañado siempre por alguna interlocutora, ya no importaba si era de día o de noche. Llegó a estar noches sin dormir. Hubo veces en que se masturbaba más de treinta veces diarias, perdió mucho peso, apenas comía. Era un zombi pegado a un ordenador con los genitales a punto siempre, cada vez más excitante que la anterior.

De todos sus encuentros se olvidaba con la siguiente cita. Nadie conseguía quedar en su recuerdo, acostumbrado a todo tipo de cuerpos, las imágenes que se quedaban en su mente se limitaban a una zona muy definida en unos veinte centímetros escasos, a veces depilados por completo, otras a medias, otras con pelo, rizado, con un específico olor cada uno, aunque parecidas reacciones. Entre todas le fueron convirtiendo en un amante casi perfecto.

Todo parecía ir miel sobre hojuelas hasta que llegó ella… Ana entró en su privado un día para pedirle que apoyara una causa justa haciendo llegar un mensaje a sus seguidoras, a lo que el asintió sin problemas. A partir de ahí él comenzó su asedio, lento pero seguro, tranquilo y perverso.

Ana no iba a resultar fácil de convencer, era bastante inteligente y tenía una familia perfecta y bien estructurada, nadie le había hecho perder la cabeza, se limitaba a hablar unos minutos y ya. Era el tipo de mujer que controlaba perfectamente la situación, iba a tener que poner toda la leña en asador para conquistarla, y así lo hizo…


Continuará...

Carla
09/03/16 a las 0:05

lunes, 15 de febrero de 2016

La mirada del fotógrafo







Puntual como cada mañana la vio aparecer, con la mirada perdida, contando los adoquines de la vieja calle por la que caminaba, nada podría haberle hecho levantar aquella mirada del suelo.

Ese aire de melancolía ceñido a su cuerpo como el uniforme de la tristeza que paseaba cada día, sin falta, sin pausa, cadenciosa y lenta, entre el claroscuro de la intempestiva mañana. Tan temprano, ella iluminando las calles al compás de la tenue luz de la nublada mañana…

Un día más, como tantos otros, esa mujer se había convertido en la razón por la que despertar tenía algún sentido. Cada noche ponía en hora su despertador para no perderse la escena. Era el único acicate que insuflaba el oxígeno de la vida en su rutina repetitiva,  la razón que le sacaba de la cama y que le obligaba a levantarse para asomarse ante aquella ventana, cada día. Desde donde la contemplaba como si de una performance se tratara. Siempre el mismo recorrido, apenas unos minutos de diferencia entre los días,  la única pauta inesperada en  el horario.  El estaba alerta con antelación, por si se anticipaba o atrasaba, pero hasta en eso, era recurrente.

Alrededor de las nueve aparecía por el extremo de la perpendicular, desde la esquina izquierda hacía su entrada triunfal en su pasarela particular. Al ser una zona restringida de tráfico se podía permitir el lujo de caminar por el centro de la calle, como si tuviera  miedo a que alguna de las cornisas de los antiguos tejados pudiera desprenderse. Pero claro, esta era la visión de el, imposible imaginar la verdadera razón de ella, para hacerlo de esta manera, y no de otra.

Durante unos  cuatro minutos su visión se centraba en ella, esa mujer le resultaba el animal más bello que nunca hubiera visto, por desconocido aún más fascinante, una atracción como nunca antes había sentido.

Siempre informal pero con esa elegancia al caminar, y en aquellos minutos imaginaba, con el ojo puesto en el visor de su cámara profesional, cada una de  las mil historias que podía inventar, una diferente  cada día, sobre la razón de aquellos paseos matutinos. 

Desde aquel  accidente que le había dejado atado de por vida a su silla de ruedas, había pocas cosas que le ofrecieran un motivo por el que aferrarse a la vida. Su carrera profesional también se vio truncada, toda su vida trastocada y la desgana se apoderó de él, no inmediatamente, pero si con el transcurso de los años. A sus cuarenta años,  y después de pedirle a su novia que le dejase al saber que permanecería de por vida en esa paraplejia, nada más había vuelto a atraer su atención de aquella manera y lo que le fascinaba más aún es que ella sin saberlo, le había forzado a abrir de nuevo, la funda de su cámara y retomar el contacto con su mundo, ese que siempre le había apasionado, la fotografía.


Ella le enfrentó a ese difícil reto de tomar mil fotos de la misma escena, y que ninguna de ellas, ni siquiera se parecieran. Buscando ángulos, aperturas y filtros, enfoques, esos minutos eran para él ya, la ilusión de su día a día.

Carla día 15/02/2016
a las 18:30

La imagen es de: @pepeclick  

Su web: http://www.pepefotografia.es/


viernes, 12 de febrero de 2016

Llanto seco y sonrisa










Lenguas desconocidas que me cuentan mi historia,
exactamente lo mismo pero es otra persona,
no soy yo.

Agazapada en las sombras
busco refugio,
la garganta  se ahoga.

Puede que no haya lágrimas,
pero la decepción es honda.

Hablan de ti y de mí,
pero no soy yo.
Y sin embargo es casi la misma historia,
Parecidas frases, poesía que eclosiona…

Y el ríe,
mientras ellas lloran
O ellas ríen,
mientras el llora.

No hubo cadáveres.

Invisibles son las heridas de esta guerra,
aunque dejen cicatrices  imperecederas,
de esas que no caducan,
enquistándose hasta la médula,
y poniendo finalmente freno
a  almas inquietas,
que buscaban al refugio de las letras,
el calor de un hogar, la leña con la que prenden
rutinas insatisfechas, aburrimientos longevos,
tedio de sensaciones mudas en pieles inertes
hacía tanto tiempo.

Y van llegando nuevas versiones
Del mismo cuento.

Hasta que hilas, y te abofetea la consciencia...

No éramos alternas,
sino simultáneas.

Y justo en ese instante la casualidad
se torna alevosía,
se vuelve traición.

Y desnuda como has estado,
ciega, envenenada…

Se te pega en la piel la deslealtad
como el calor de esa ciudad costera,
que por mucho que te duches no desaparece.
Y  aunque te acostumbres a vivir con ella,
ha dejado ya cuerpo y alma surcado de secuelas.

Inalterables, insufribles, indomables
Interminablemente  eternas.

Mientras tu conciencia se reafirma a duras penas,
dando  explicaciones inverosímiles
a la efímera belleza
de un pasado que dejó

a la vez, sonrisa y ofensa.

De entre todas las lágrimas,
un llanto seco esboza una sonrisa,
era cierta la sospecha.

Carla
día 13/02/2016 a las 2:29

miércoles, 3 de febrero de 2016

Ápice de cordura





Guardaba ternuras escondidas entre sus uñas,
y un silencio absoluto que regaba sus ojos.
Pudo haberse quedado en silencio ilimitado
aunque su locura la llevara a escribirlo,
no lo haría…

Aun en ese estado de desasosiego
logró insuflar un ápice de cordura
y calló de nuevo.

Recordó que el silencio es humilde,
y aun llena de razones ante las palabras
vertidas a la cloaca de los que ávidos
que leen lo que les cuenten como verdadero,
reincide en el silencio mordiendo sus labios
hasta sangrar.

Tantas mentiras,
tanto engaño,
alguna vez alguien sacará a flote la verdad
esa que aun nadie ha escuchado,
y callarán las sirenas de los mares revueltos.

Quiso ser calma y nadie la sacará de su silencio
buscado, preciso, deseado, inmenso, saciante,
Calmante y pausado, lento y suyo.

Al fin ese descanso esconde silencio humilde
que no humillado.

Puede que la prosa sea demasiado complicada
cuando los sentimientos son puro abstracto.

Y no es que me tape con poemas,
es que escribo lo que me sale,
cuando me sale
y como me sale,
es la libertad del que escribe
sometiendo al lector
a la dictadura de su propio ritmo,
aunque sólo dure mientras lee

#esloqueyé


Carla
Día 04/02/2016 a la 1:40


martes, 12 de enero de 2016

EL DÍA DESPUÉS DEL FIN DE NUESTRO MUNDO por Bowie















EL DÍA DESPUÉS DEL FIN DE NUESTRO MUNDO


Hoy tras la resaca de una nefasta noticia,

el mundo es diferente,

la luz es más tenue,
su imagen en nuestras retinas por siempre.



Su devenir fue siempre inesperado,

nos sorprendía cada vez,

pero esta sorpresa no la esperábamos
NO



Viejo compañero de sintonias mágicas,

el polvo de tu estrella será eterno,

tanto como tus ojos felinos,
y tu pelo al viento.



Duerme pequeño príncipe de la Luna,

que ya te velo,

te velamos tantos,
en cada rincón de este viejo planeta
ahora oscuro.



Míranos desde Marte, por favor


Sin ti pero siempre contigo.



@Carlaestasola

miércoles, 6 de enero de 2016

Puto el











Dicha no,
chicha
Juerga no,
verga
indecencia
Complacencia no,
Armado tu,
Vencida no, en armas
-Mío- Carla.
yo muerta Puta yo, puto el

domingo, 13 de diciembre de 2015

Borrador sobre la opinión de una mujer de izquierdas frente a las Elecciones Generales 2015








Dedicado a todos aquellos que vais a votar por primera vez y que no tenéis gran bagaje en el mundillo de los discursos políticos, ahí creo que puede servir de ayuda y por eso sólo esbozaré un par de ideas sin pretender en absoluto inclinar vuestro voto hacia un lado o el otro.
Nunca me gustaron los profetas, especialmente cuando utilizan un disfraz para mostrar todo aquello que dicen ahora en campaña que van a mejorar. Advierto que todo aquel que vivió la campaña en la que Felipe González salió elegido como presidente del gobierno, ya sabe de lo que le están hablando.

Los mismos discursos manidos de toda la vida en aras del proletariado o como le llaman ahora "anticasta"... Eso ya lo vivimos hace treinta años señores, y ustedes no han avanzado un ápice, se han quedado estancados, pidiendo lo mismo que ya se pidió y que nunca nos dieron, o aun peor, que nos díeron pero luego nos quitaron con la chulería que se gastan los que pueden.
Descamisados o con traje de Armani, todos se olvidan de sus programas electorales en cuanto viven en la Moncloa, y aquel que dice que no vivirá allí, miente porque por su propia seguridad, todos sabemos que es un paso ineludible.
Por cierto que me gustaría poder decirle a la cara al "encamisado" cabecilla de Podemos que aquí siempre hubo una izquierda, aunque él quiera robarnos la bandera de indignados…Hubo allí en Marzo, la izquierda de siempre esa que usted ha ninguneado y a quien le ha robado el protagonismo por la cara.
Bastante le costó a Don Santiago Carrillo uno de los Padres de la Constitución la legalización de aquel partido allá por 1975 con una invitación de Rey a volver, por si acaso se han olvidado estas nuevas izquierdas tan prometedoras... Mi enhorabuena a ellos porque siempre reconocieron el papel de la mujer como un igual, y eso es algo que nunca podremos dejar de agradecerle a Dña. Dolores Ibárruri “La Pasionaria”, y a otras muchas que desde siempre fueron simplemente eso, compañeras.
Les falta un poquito de humildad para reconocer el trabajo inmenso de aquel PCE actual IU, que llevan ahí toda la vida, cada vez con menos representantes, aunque los pocos que quedamos somos un poco cabezotas y no pensamos cambiar ese voto, por mucho que otros perros portando collares nuevos quieran confundirnos.

No voy a ponerme demasiado feminista, pero sólo un poco por favor que si no voy a explotar, no somos el adorno necesario en las listas, ni la Sra. Vicepresidenta del Gobierno es su secretaria Sr. Rajoy, aunque se dejen manipular de esta forma, algunas hay que merecerían estar en una cabecera de lista.
Me gustaría recordarle al Sr. “guapo” Sánchez que Carme Chacón ya se bajó del carro para dejar pasar al “guapo” de turno, y ese es un gesto que aun a día de hoy no se le ha compensado, probablemente su mente clara le han mantenido alejada de este nuevo y emblemático líder acompañado siempre de su esposa como si con eso demostrara que considera el papel de la mujer, disculpe que le diga pero lejos de eso se nos muestra Vd. Cómo en los mejores tiempos de Obama, y esto no son los Usas, se lo digo por si no se ha dado cuenta.
Los seguidores del gallego presidente no tienen ni mención más que de figurantes en esta película, mejor no hablo que me cabreo...
Con el bipartidismo vino la ruina no sólo política sino intelectual de este país y ambos merecen ser apartados por otros que al menos no hayan llegado aún al Gobierno.
Sr. Iglesias mire Vd. "La pana" ya nos la vendió el PSOE...
Sr. Rajoy, con todos los respetos ¡váyase!
Sr. Rivera menos focos que le gustan demasiado y más trabajar.
Y Sr. Garzón haga el favor de no dejarse ningunear que Vd. es lo suficientemente válido para poder dejar en la carrera a todos estos recién llegados.
Lección de historia social de izquierdas terminada, a votar todos, cada uno a quien quiera, pero ocuparos de hacerlo, porque si no lo harán los peperos y entonces sí que la habremos cagado.
La preocupación por la política empieza el día 20, un mísero papel con una lista impresa tiene la culpa, úsala, allí te espera tu futuro y el de todos.

¡Salud compañeros!