Qué suerte haberte tenido
con esos dos brazos que me acunaban
renaciéndome cada día
Ni en mi mejor sueño,
podría haberte imaginado
con esa tierna rigidez,
temblando también tú
en mis brazos
Aún siento muy presente
tu deseo intenso,
tus palabras cálidas,
tus piernas entre las mías
entrelazadas
En la oscuridad más nítida
la embriaguez de dos cómplices
bilateralmente inducida.
Acompasada y trémula
Voraz y acelerada,
más siempre decidida
en un consenso invisible.
Músicos sin director de orquesta,
interpretando
la introducción a múltiples sinfonías
sin solistas resaltando
en un compás eterno
Que suerte haberte tenido
aunque hoy
por el que dirán,
tenga que hacer
que no te recuerdo
Música: Dvořák: 9. Sinfonie (»Aus der
Neuen Welt«) ∙ hr-Sinfonieorchester
Música:
Dvořák: 9. Sinfonie (»Aus der
Neuen Welt«) ∙ hr-Sinfonieorchester