Guardé como los niños que esconden objetos incomprensibles en cajas hechas con papel de periódico, dobladas con papiroflexia para ser encontradas en algún futuro incierto Guardé sus ojos en un mar inmenso de lágrimas secas donde las miradas quedaron congeladas desacompasadas al unísono, una húmeda, la otra seca para rememorarlas al albor de cualquier tormenta Guardé sus manos en un acertijo infinito del que he olvidado la solución Guardé, yo siempre guardo, aguardo, calma, sosegadamente…