lunes, 21 de agosto de 2023

Sin Sala de Espera





Se te han muerto las manos
de no usarlas,
por no abrazarme,
de no engancharte a mi cintura.
 
Nunca sabrá que sus brazos
eran oxígeno y viento
para mis alas.
Parada de un autobús
de línea circular
que no para…
 
Entre sus dedos,
era arena de playa,
creando esculturas
sobre el agua.
 
Entre sus raíces
y alimentando su savia
fuimos verdes,
naranjas,
rojos,
amarillos,
malvas,
para acabar en el cobre
sin brillo de los años,
justo antes de perecer
en el alcorque del olvido,
donde caí desplomada,
consciente del llanto de una niña,
que inconsolable lloraba
en la mesa de al lado…
 
El viento sigue meciendo
las hojas de los castaños,
que desde esta cafetería
del hospital,
me han permitido contemplarlos.
 
Mientras tú,
en un quirófano,
perdido sin del cordón umbilical
a tu móvil,
tu eterno compañero,
que ahora te espera en mi bolso.
Duermes…
 
Pasan horas, muchas horas,
vuelvo a esta cafetería de nuevo.
Sólo deseo que salgas pronto,
y que volvamos a casa,
donde nos esperan
dos niñas mujeres
y un gato.
 
Deseo,
que te recuperes rápido
y aunque ya no me abraces,
puedas al menos seguir
con tu vida, como antes,
como siempre,
como nunca…
 
Yo seguiré esperando.
Tomaré un café muy caro,
un té,
otro café,
mientras tanto…
 
Le pondré nombre a los gatos
que habitan en el jardín,
tras el aparcamiento.
Uno a uno…
 
Mientras tú duermes,
he aprovechado un rato más,
para componer esta nana.
 
1, 2, 3 horas, cuatro,
cinco, seis, siete vidas
cada gato.
Ocho, nueve, diez
por fin me han llamado.
Once y doce,
a casa nos vamos!
 
 
@carlaestasola

Música:  Beethoven - Moonlight Sonata | Piano & Orchestra

 
 
Escrito en FJD- 26/09/2022