Dedicado a todos
aquellos que vais a votar por primera vez y que no tenéis gran bagaje en el
mundillo de los discursos políticos, ahí creo que puede servir de ayuda y por
eso sólo esbozaré un par de ideas sin pretender en absoluto inclinar vuestro
voto hacia un lado o el otro.
Nunca me gustaron los
profetas, especialmente cuando utilizan un disfraz para mostrar todo aquello
que dicen ahora en campaña que van a mejorar. Advierto que todo aquel que vivió
la campaña en la que Felipe González salió elegido como presidente del gobierno,
ya sabe de lo que le están hablando.
Los mismos discursos manidos de toda la vida en aras del proletariado o como le
llaman ahora "anticasta"... Eso ya lo vivimos hace treinta años
señores, y ustedes no han avanzado un ápice, se han quedado estancados,
pidiendo lo mismo que ya se pidió y que nunca nos dieron, o aun peor, que nos
díeron pero luego nos quitaron con la chulería que se gastan los que pueden.
Descamisados o con
traje de Armani, todos se olvidan de sus programas electorales en cuanto viven
en la Moncloa, y aquel que dice que no vivirá allí, miente porque por su propia
seguridad, todos sabemos que es un paso ineludible.
Por cierto que me
gustaría poder decirle a la cara al "encamisado" cabecilla de Podemos
que aquí siempre hubo una izquierda, aunque él quiera robarnos la bandera de
indignados…Hubo allí en Marzo, la izquierda de siempre esa que usted ha
ninguneado y a quien le ha robado el protagonismo por la cara.
Bastante le costó a
Don Santiago Carrillo uno de los Padres de la Constitución la legalización de
aquel partido allá por 1975 con una invitación de Rey a volver, por si acaso se
han olvidado estas nuevas izquierdas tan prometedoras... Mi enhorabuena a ellos
porque siempre reconocieron el papel de la mujer como un igual, y eso es algo
que nunca podremos dejar de agradecerle a Dña. Dolores Ibárruri “La Pasionaria”,
y a otras muchas que desde siempre fueron simplemente eso, compañeras.
Les falta un poquito
de humildad para reconocer el trabajo inmenso de aquel PCE actual IU, que
llevan ahí toda la vida, cada vez con menos representantes, aunque los pocos
que quedamos somos un poco cabezotas y no pensamos cambiar ese voto, por mucho
que otros perros portando collares nuevos quieran confundirnos.
No voy a ponerme
demasiado feminista, pero sólo un poco por favor que si no voy a explotar, no
somos el adorno necesario en las listas, ni la Sra. Vicepresidenta del Gobierno
es su secretaria Sr. Rajoy, aunque se dejen manipular de esta forma, algunas
hay que merecerían estar en una cabecera de lista.
Me gustaría recordarle
al Sr. “guapo” Sánchez que Carme Chacón ya se bajó del carro para dejar pasar
al “guapo” de turno, y ese es un gesto que aun a día de hoy no se le ha
compensado, probablemente su mente clara le han mantenido alejada de este nuevo
y emblemático líder acompañado siempre de su esposa como si con eso demostrara
que considera el papel de la mujer, disculpe que le diga pero lejos de eso se
nos muestra Vd. Cómo en los mejores tiempos de Obama, y esto no son los Usas,
se lo digo por si no se ha dado cuenta.
Los seguidores del
gallego presidente no tienen ni mención más que de figurantes en esta película,
mejor no hablo que me cabreo...
Con el bipartidismo
vino la ruina no sólo política sino intelectual de este país y ambos merecen
ser apartados por otros que al menos no hayan llegado aún al Gobierno.
Sr. Iglesias mire Vd.
"La pana" ya nos la vendió el PSOE...
Sr. Rajoy, con todos
los respetos ¡váyase!
Sr. Rivera menos focos
que le gustan demasiado y más trabajar.
Y Sr. Garzón haga el
favor de no dejarse ningunear que Vd. es lo suficientemente válido para poder
dejar en la carrera a todos estos recién llegados.
Lección de historia
social de izquierdas terminada, a votar todos, cada uno a quien quiera, pero
ocuparos de hacerlo, porque si no lo harán los peperos y entonces sí que la
habremos cagado.
La preocupación por la
política empieza el día 20, un mísero papel con una lista impresa tiene la
culpa, úsala, allí te espera tu futuro y el de todos.
Hoy como cualquier
otro día, desde que no estas, me costó levantarme,
hacía frío y me quedé ahí, muy quieta, tapada hasta las orejas, de no ser por
el leve movimiento que destapó mi hombro al levantar el brazo para coger el
móvil de la mesilla de noche.
Nada tuyo, como
todos los días, ya no hay palabras, ni suena la música, ni se remueve libido
con las fotos.
No hay café, ni
ganas de levantarme a hacerlo. Me mantengo ahí leyendo las diferentes redes
sociales largo rato, se está bien en la cama, la sensación de calor me incita
de nuevo al sueño, pero me resisto, me ayudo leyendo los tres o cuatro mensajes
que a diario me desean buenos días en privado, con sus fotos y la amabilidad de
costumbre consiguen que esboce una mínima sonrisa…
Era diferente
cuando eran tus mensajes. Recuerdo la ilusión con que los recibía, no faltaron
nunca, ni una sola mañana, no importaba cómo te sintieras, ni aun en los peores
momentos me faltaron. Entonces yo era
esa prioridad. Por un pequeño espacio de tiempo en tu vida fui lo más
importante cada día. Esa ilusión que iluminaba tus ojos al despertar, esos
momentos robados antes de que toda tu familia pululara por la casa, ya habías
estado conmigo, aunque fuera unos segundos ocupándote de que mi despertar fuera
especial, de que la luz que entrara en mi cuarto no necesitara de abrir la
ventana.
¿Y tú me
preguntas porqué te echo tanto de menos?
Asumo que soy
especial, como cada uno de nosotros lo somos, pero ya no me vuelan esas “mariposas”
en el estómago haciéndome sentir la mas bella entre las bellas, la mujer más
deseada, ese placer prohibido que llenaba tus momentos imaginados. Tu ilusión y
la mía se habían encontrado en ese espacio infinito en que nos perdíamos cada
segundo, cada hora, todo el día, y toda
la noche.
Cuando todos
dormían, nuestras letras se acariciaban, mimándonos con regalos, ínfimos
detalles tan importantes para los dos. Nuestras músicas dialogaban en un idilio
de notas, de miradas, de temblores ruborizando las madrugadas.
Música, imágenes,
sensaciones, sonrisas…
¿Y tú dices que no te he perdido?
Y seguramente
tienes razón, porque ya no nos hace
falta escribir para comunicarnos, hemos pasado a otro nivel. Ya no tenemos que
hablar para escucharnos… Ni tenemos que querer estar juntos, porque lo estamos,
aunque no hablemos adivinamos las palabras… Añorándonos nos vivimos más que
nunca, cercanos, y sonreímos a la vida por habernos dejado ese espacio en el que siempre nos
encontraremos, por mucho tiempo que pase, aun sin pretenderlo, estamos más
presentes cuando no estamos.
¿Y tú dijiste que
yo había ganado?
Aun perdiéndonos
los dos ganamos, reconoce al menos, que en algo me he adelantado… Al menos yo
puedo contarlo, aunque se me atragante esa lágrima, que no quiero llorar hacia
afuera, quiero que ese llanto sea mío, como tú lo fuiste, un día,hace mucho tiempo.