Una de las cosas que la Derechona española echa en cara al actual gobierno, es que lo han conseguido gracias a los votos de los terroristas. Es increible que ellos se atrevan a pronunciar siquiera la palabra "terrorista". Seguramente son demasiado jóvenes y no vivieron los asesinatos silenciosos de la derecha en los años sesenta, setenta y ochenta, o quizás no son lo suficientemente aficionados a la lectura y no han leído nada ni sobre ese, ni sobre ningún otro tema, me temo.
Ayer día de mi cumpleaños, se cumplía también el 43 aniversario de una matanza en la calle Atocha, donde cinco abogados laboralistas que defendían a los trabajadores fueron vilmente asesinados en su despacho.
Viví ese duelo muy de cerca, pues un amigo mío y su hermano, sevillanos ellos, Juan y Fernando Lobato se salvaron de esa masacre por estar cenando conmigo, celebrando mi cumpleaños. El día de autos deberían haber pasado por el despacho ambos, pero como terminamos de cenar tarde, finalmente no pasaron. La mañana del día 25 recibí la llamada de Juan: "me has salvado la vida", me dijo sin parar de llorar por sus compañeros.
Ahora no me habléis de terroristas, los hijos de los asesinos de entonces. ¡Vosotros no tenéis derecho a hablar de asesinatos!
Desde entonces cada día de mi cumpleaños, recuerdo a aquellos cinco abogados, porque hoy es presente, estoy viva, soy de izquierdas y estoy muy orgullosa de ello.
Pero jamás olvidaré el pasado, que en este Madrid no se podía pasear por la noche sin la vigilancia clandestina y cobarde de los "Guerrilleros de Cristo Rey", y del terror que viví varias veces cuando apaleaban a la gente los domingos en el Rastro, niños y mujeres terminaban pisoteados, puestos por el suelo y gritos de terror... Tantas cosas que no puedo perdonar, ni olvidar.
De eso se trata ser mayor de contar lo que has vivido, para que nunca más vuelva a repetirse.
Me felicito, y felicito a todos los que han sabido perdonar.
Texto Publicado 25 Enero 2020