Sentir que tus árboles no filtrarán la luz,
que los animales no tendrán donde cobijarse,
que no habrá ramas para albergar las aves,
que habrá silencios donde hubo gorjeos
Sentir que ese bebé lloraba unos segundos antes,
que su Salomón transitaba en las venas de su madre,
que ella tuvo la sangre fría para poder hendir su carne
olvidando que fue ella misma quien le dió vida
Sentir que sus sonrisas no volverán a llenar
de alegría las habitaciones en sus casas,
que sus madres habrían dado cualquier cosa
por no ver lo que hoy tuvieron que ver
Sentir que todo se desmorona,
que los corazones asesinan lo que aman,
y nuestros pasos por esta vida
nos abochornarán hasta la muerte
Sentir la muerte alrededor,
con la impotencia
de ser sólo un espectador
A ellas,
Laura y Marina
y a todas las que mueren a manos de los que dicen amarlas.
A todos los asesinados estos días.
A mis queridos bosques calcinados de la Sierra de Gata
Carla
1:39 día 14/06/2015
Concentrar mis emociones en los límites de un impromptus, como una llave mágica donde se consuman los pecados, donde la naturaleza dicta sentencias perturbadoras irracionales incomprensibles. Hermoso texto.
ResponderEliminarGracias siempre a ti.. Espero que nos sirva de reflexión sobre este mediático mundo en el que estamos condenados a vivir en días tristes, pero también en algunos alegres. Gracias por dibujar una sonrisa leve.
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