Con ayuda de la poesía sólo se sobrevive pero eso, no es vivir… Con la ayuda de una mano te sostienes, te apoya al caminar, pero no puedes andar con autonomía A las caderas les debes, pues gracias a su angostura, la amplitud y la fluidez en el paso pero no caminan por sí mismas Cuando tus tendones se tensan y el nervio duele, nada avanza, tu camino se detiene. Entonces reflexionas, nada que no dependa de ti mismo, nada que venga de fuera podrá hacerte avanzar cuando tus caderas se niegan. Lo comparo a cuando nadie te nombra, quizás sigas vivo, pero no lo sabrás nunca si nadie te nombra.
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