martes, 15 de agosto de 2023

Me inspiran los poetas


 

A mí me inspiran los poetas,
como si dejaran una puerta abierta.
Inspiran mi mente inquieta,
y casi sin darme cuenta
mis palabras fluyen
a veces como respuesta,
otras como simple continuación,
las más como inspiradores puros.
 
Nada es más gratificante
que leer poesía.
Despierta mis apetitos,
siento hambre de su lectura,
porque a su vez,
me siento a mí misma,
latiendo segura,
sin miedos ni excusas.
 
Siempre escribí,
si bien eso es cierto,
más como descriptora de hechos.
 
Un día despertó mi instinto,
seguramente alguien fue responsable,
algún neófito como yo.
Nunca me habría atrevido con los de los libros.
Y desde entonces conservé
en la pequeña lata
de la Mala Rosa, al menos unos
cuantos intentos que ya no cayeron
en la papelera, ni en el olvido,
enterrados entre las páginas
de algún libro.
 
No sé si tuvo algún sentido,
o si lo he perdido por completo.
 
Algunas certezas atesoro:
 
Sé que no voy a valorarme a mí misma,
sé que jamás voy a autopublicarme, no tiene sentido.
Si nadie valora mis escritos
como algo publicable,
dormirán el sueño eterno
tras alguna carpeta de mi ordenador.
 
Quizás nadie los descubra
antes de su obsolescencia,
quizás nadie hurgue en mi disco duro.
Seguramente nunca serán papel.
 
Los recopilé unas tres veces.
Los dividí en posibles libros,
pero nunca tuve la valentía
de remitirlos a ninguna editorial,
soy cobarde,
muy cobarde.
 
O quizás en un arrebato de senil locura,
algún día de estos sin pensar,
lo haga, no queda mucho tiempo útil para eso.
 
No temo al rechazo,
que es de lo más usual,
temo a ser consciente
al fin de todo el tiempo perdido,
de tantos años dedicados
a lo no apreciado.
 
Ahora, seguramente alguien me animará
a que lo haga.
 
Pero debo, además,
añadir a mis defectos
que soy vaga.
Que me cuesta corregirme,
ordenarme,
paginarme
y hasta espaciarme.
 
Y que le voy a hacer,
sí, aunque nací Madrid adentro,
aún me atreví a soñar,
aún pequé del egocentrismo
de mis versos.
 
Si hasta me envalentoné
escribiendo capítulos
de un posible relato.
Visionaria siendo de que nunca
llegaría a terminarlo.
 
Ahora vuelvo a escribir,
justo ahora,
cuando tengo que
aparcarlo.
Me entra esta enorme urgencia
de comunicaros…
De nuevo estos ojos míos,
enfermos han de pasar por cirugía.
 
De nuevo volverá el silencio,
la postura boca abajo,
la inmovilidad en una cama,
durante tiempo indeterminado.
 
Otra vez castigada a no ver,
durante una temporada.
 
Y para colmo, con la incertidumbre del resultado,
me afirmo en la sospecha
de que seguiré escribiendo.
 
Vea o no vea,
hoy hay maneras de hacerlo.
aunque tardaré un rato.
 
Gracias por la paciencia,
el interés
y los ánimos.
 
Perdonad, si algún error
no vieron estos ojos malos.


@carlaestasola


Música:  Francisco Tárrega / Capricho Árabe


 


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