Ha tenido que aprender a convivircon esa leve presiónunos centímetros a la izquierdadel centro de su pechoA veces imperceptibleotras una oclusión dolorosa y plenaSe le echó encima la soledadaunque más tarde respondiese a su abrazo.Ella la cuidale es fielle hace más conscientede su yo interiorLe escucha silenciosacuando de vez en vezse desencadena la tormentay una catarata brota de sus párpados.Se ha propuesto contemplarsólo cosas bellas.Mira a los jóvenes hermososcomo estatuas de mármol en un museofríos y distantesporque aún a vecesecha de menosunas manos grandesapretando su piel sudada.Pero ese pulso,dura sólo un instanteAmansa su mente evocandola tranquilidad de ese lago de agua verdeque se han tragado sus pupilasEl silencio asesina como una catana,otras veces reconforta,sobre todo, si tienes a mano un lápizEl color está en la miraday sus ojos están cansadosde tanto quirófanotan pronto se funden a negrocomo permanecen en reposodurante meses, boca abajoSigue sintiendo esa leve presiónen el pechoque se aminora a cada versopor eso quizás este poemano debería acabarse nuncaserá por siempre,el inconcluso,el inacabado,el que perdura,si es que algo perdura…Sí, escribir la tranquilizaaunque duela…El pinchazo se vuelveahora muy suave.Va bajando de intensidad,
sigue escribiendo…
@Carlaestasola
Música: Granados / Danza española
Imagen: Pinterest