sábado, 30 de abril de 2022

Elegía a Juan Diego Ruíz Moreno



Hay desde ayer un puño 
queriendo brotar desde mi estómago
para darle un puñetazo a la vida 
por habérnoslo arrebatado.

Le frena mi mano izquierda:
-"Mujer déjalo,
que ya está descansando"

La Estrella que lo guiaba 
quiso acunarle cantando
más su voz mutó en sollozo
y terminamos en llanto.

Se nos ha callado la Alegría,
saludan puños en alto,
mientras la guitarra de Paco sonando.

Poemas en tu libro de despedida, 
donde uno de esta Mala Rosa
que solo tú has inspirado,
queda como humilde recuerdo
a un cómico tan admirado.


La Mala Rosa



Menos mal que no fuiste ni agricultor, ni torero,
todos salimos ganando.

Música: Enrique Morente / Alma ausente


 





 

domingo, 10 de abril de 2022

Bucha



Nuestros relojes ya no cuentan minutos
cuentan muertos,
asesinados por una guerra entre hermanos
que llevan largo tiempo peleados
 
Los niños, incluso ausentes, aprenden rápido
a manejar las armas que encuentran en el suelo.
 
El odio es un alimento gratuito
donde la comida se pudrió en los estantes
de supermercados desabastecidos
 
Los disparos son la música de fondo,
a oídos que ya no escuchan las explosiones,
se han negado a oír ese silencio
entre misiles
 
Narices que se acostumbran
al hedor de los cuerpos inertes,
de la sangre seca vertida en las aceras.
 
Las ciudades son pasajes del terror,
mientras los zombis deambulan
buscando sin mirar
 
Buscar…
Entre las basuras,
entre las ruinas,
entre muertos.
Buscar,
ojos que no quieren ver.
 
Memorizamos nombres de nuevas ciudades,
tan rápido…
pero Bucha quedará para siempre
grabada en nuestras retinas.
La ciudad de los cadáveres desparramados,
una más para la historia
de las guerras sin sentido.
Sólo una más.
 
Aquella bicicleta ha sido el juez,
Google el testigo,
de cómo miente un asesino.


@Carlaestasola


Image by: Ronaldo SCHEMIDT de AFP

Música: Robert Schumann: Cellokonzert a-Moll op. 129





 





viernes, 10 de diciembre de 2021

Lágrimas de espejo

 




Hace frío,
me hace falta un café hirviendo.
 
Entre sueño y sueño
desperté,
y te he visto.
Caminabas solo,
con lágrimas en los ojos.
 
Ella se fue
a ese lugar del que no se vuelve,
aunque no para de llamarte.
 
A veces como hoy,
consigue verte,
un segundo,
y desde sus brazos invisibles
aprieta tu cuerpo.
 
Sus lágrimas rebosan,
posándose en tu hombro,
más, son imperceptibles desde tu universo.
 
Tienes que dejarla ir,
pero no quieres.
También tú desde hace tiempo
le lloras en silencio.
 
Todo resulta inútil
cuando la muerte
se interpone entre dos cuerpos.
 
Y la sangre se te hiela en las venas, 
cristales que se te clavan entre los latidos.
 
Es jodido el invierno que llevas dentro,
no habrá hoguera que lo reanime,
y sin embargo tus ojos,
la seguirán viendo
entre tus lágrimas de espejo.
 
 @carlaestasola

 

Musica

Mendelssohn - Canciones sin palabras / Romances sans Paroles

Imagen: Efesalud




sábado, 27 de noviembre de 2021

Lector

 


Hoy no me pararé en los preámbulos,
directamente adentro,
a degüello,
vómito ...
A pesar de que me adivines
como si fueras tú el que escribiera
 
No somos gotas de lluvia,
somos bombas de lava,
que caen por la ladera de un acantilado
precipitándose antes al agua salada
que el resto de la colada.
 
Que rompen a su paso,
y queman,
marcando las palabras
a miles de grados
en la piel muerta.
 
Hornos que cocinan versos,
nutriéndose de sus propias entrañas,
emergiendo como ingredientes,
haciendo del fuego su universo.
 
Aprendiendo del ritmo
trepidante o lento,
siempre atentos al léxico.
 
Entreabiertos,
desde las mil bocas
lanzamos fuego,
borrachos de silencio.
 
Hemos estado callados
demasiado tiempo,
por eso nos ahogan las palabras,
apremia echarlas del cuerpo.
 
Al fin del poema,
el silencio volverá de nuevo.
Dejaremos que pasen
otros 300 años de silencios
para rellenar los canales,
los huecos,
las venas,
para que la sangre
erupcione de nuevo.

 

@carlaestasola

Música: Israel Fernández y Diego el Morao - Soleá del cariño

(hoy me pedía el cuerpo un pellizco gitano)


Imagen: felix Inclusis 






 


domingo, 21 de noviembre de 2021

No olvido, a mi gato

 


Contemplo los peces asfixiados,
a Luna, la cisne negro del estanque.
Hoy no ha venido a alimentarla
su madre humana adoptada.

He visto banderas volando,
a los pies de un paracaidista.
Los aviones asustaron a mi gato,
refugiado tras el cabecero de mi cama,
cuando se siente asustado.
Y es que a quién no le asustan los soldados.

A lo lejos escucho Rianxeiradas,
el canto a quién no queremos que se vaya,
la cueva de los enamorados ...

Escucho palabras en francés,
en español, en hindi, en inglés,
como la banda sonora de una mañana de fiesta.

Cansada, he tomado asiento,
en el banco abandonado.
Sí, ese, al que nadie mira.

Y mientras escribo,
contemplo los arañazos en la muñeca,
dejados por mi gato.
Anoche no quería irse a dormir.

Sigo perdiendo cosas:
El paraguas,
las gafas de cerca,
los abanicos,
las llaves,
que nunca consigo recordar
donde las he dejado.

La infancia,
y los globos que se alejan despacio.
La adolescencia y los sueños de la radio.
La juventud atrapada entre mil labios.
El Norte y sus verdes,
el Sur y sus blancos.

Perdí los barcos por marearme,
y los aviones por no usarlos.
Los trenes por ser cobarde,
los coches que no conduje,
por miedo a estrellarlos.
Los escalones en que tropecé,
y hasta la vista,
perdí una vez.

Me doy cuenta de esas miradas,
soy rara, lo sé.

Nadie se sienta en un banco del Retiro,
para escribir sobre lo olvidado.
Al menos el tiempo de escribir,
no lo he perdido, sino recuperado.

Suena una primadonna desafinando,
y si escuchas en silencio,
a lo lejos, las notas de un saxo.
Mal lugar para concentrarse en la escritura,
dirán algunos, con tantos ruidos sonando.

Tendré que procurar venir
un día entre semana,
donde la tranquilidad
quizás me permita acercarme
más a lo que estoy pensando,
eso de lo que quería escribir
y que al final,
también he terminado
olvidando.


@carlaestasola




Música: JS Bach - Suite para laúd en mi mayor BWV 1006a - Evangelina Mascardi, Laúd barroco Imagen: @carlaestasola




martes, 5 de octubre de 2021

Volcán

 


Imposible vislumbrar el paisaje
tras tanta nube de humo opacando el aire.

Conecto mi televisor para ver en directo
el tremor del volcán de Cumbres Viejas.

Ni siquiera alcanzo imaginar
lo que estos días soportan los palmeros.

Y eso que aquí, en casa,
al arrebol de mi sofá gastado
no caen cenizas volcánicas,
ni lavas incandescentes
queman mi cuarto de baño.

Imposible ponerse en vuestra piel,
por mucho que lo intentemos.

Con tres bocas que gritan al cielo,
un fuego que clama rugiendo,
ríos de rojo incandescente arrollando casas,
el olor a plátano quemado,
a hogar quemado,
a todo quemado.

Y ese humo que no cesa, incansablemente
blanco, negro, gris, tostado
que cambia de color y se impone al viento.

Hay personas volcán, pienso,
que arrasan con todo a su paso,
amor fingido,
pasión fingida,
fingiendo, al fin y al cabo.
Representaciones con tiempo limitado,
volcanes erupcionando.

Hemos imaginado alguna vez,
cómo desaparecieron los dinosaurios,
y sin embargo hoy en día,
con sólo encender la tele o la radio,
vemos o escuchamos,
surgir esa nueva isla en directo.

El mar ahora elevado,
en paralelo,
nubes blancas que flotan ladera abajo.
Lenguas de cúmulos negros que se elevan
hacia el espacio, sin ser coherente.
Una inmensa nube gris que el viento
arrastra hacia la derecha,
tiñéndose a intervalos de negro
o de blanco.

La tercera boca más abajo,
con un leve anaranjado,
escondida entre las nubes,
encendida,
viva.

Tres bocas bramando
tres bocas fundiendo vida,
las tres gritando.

Ese volcán no debería haber despertado,
y sin embargo hace ya quince días
que nos roba el silencio,
que nos roba la vida,
que nos mata los plátanos.

Esa vida que amenazada
se aferra a su tierra más que nunca.
Esa montaña que sigue rugiendo,
reclamando su espacio esquilmado.

Respira la tierra,
esa que asfixiamos,
protesta y emerge
desde su núcleo,
corazón ardiente,
sangran sus grietas…
De repente se siente culpable,
busca incansable
una orilla que calme su sed,
y absorbe el mar
en un sorbo largo.

Y crea,
lo que sólo ella es capaz de crear,
tierra en el mar, fajana
incandescente muerte,
vida que renacerá.

Sin cansancio,
inagotable,
en un ciclo que se repite,
una y otra vez,
desde hace miles de años.

Nada somos en su infinito,
gotas de polvo en su falda,
piroclastos,
impotentes a su paso.
Meros espectadores
ante el más grande espectáculo.

Miedo,
pavor,
incertidumbre,
ante un desastre anunciado.

Ella avisa,
no es traidora,
tiembla antes,
más la ignoramos.

Pasará,
seguramente,
se calmará su fuego,
removerá las conciencias.

No, nunca aprendemos.
Nunca aprendemos nada,
si antes no lloramos.




@carlaestasola

 

Imagen: Foto tomada de mi TV, #TVLAPALMA.COM

Música: Sinfonía de los Volcanes de Carlos Guzmán






martes, 14 de septiembre de 2021

Lluvia

 



Llueve,
Madrid es siempre tan árida
que apenas permite respirar.
 

El viento es escaso,
su verano infinito
y el invierno, cálido.
 
Pero cuando te vas,
te la llevas clavada en la mirada,
y no puedes dejar de pensar en volver.
 
Pocos tienen el tiempo
para mirar a su cielo.
Yo lo hice alguna vez,
lo sigo haciendo,
pero sin sonreír al mirarlo.
 
Antes sin querer
disfrutaba de su luz,
ahora queriendo
y aunque su luz sigue siendo la misma
ya no desprende versos.
 
Me cuesta mirar sus calles,
antes llenas de risas,
ahora de ruidos insufribles
que resultan molestos.
 
No ha cambiado Madrid,
aunque cambia sin tregua.
Tampoco mi visión
que ahora es casi perfecta.
He cambiado yo,
que ya no me siento.
 
Hoy día gris,
gris el verso,
gris el corazón del poeta,
como ese cielo,
que hoy cubre Madrid.
 
Y sigue lloviendo.


@carlaestasola

 

Música: Stravinsky: El pájaro de fuego / Gergiev

Imagen: Madridiario.es