domingo, 3 de mayo de 2020

Elegía para A.C. (1968-2014) - Diálogos con mis difuntos








No sabía cuál era su dolor,
pero debería ser muy fuerte
para herir sin mirar

Sus enormes ojeras,
profundas como un abismo
no dejaban ver sus ojos
eran trincheras
para esconderse del mundo y el alborotomos

dos o tres veces
lo cierto es que me asustaba
y sin embargo un imán
me arrastraba a su vacío

Gritaba desesperanza,
exigía piel para desgarrarla
condición sine qua non
el permiso a su ventana

Varias veces lo dejé por imposible
hasta terminar por olvidarme
traté sin embargo siempre
de insuflar un gramo de ternura
en su desasosiego inhumano

Sus imágenes siguen ahí,
nadie las ha borrado,
bajo esas trincheras
aparentemente inertes
se disparaba su visión

Había color, escenas cotidianas
calles de una sevilla
en escenarios
que nadie nunca ha captado

Hoy lo entendí todo de golpe
como una enorme bofetada.
Alguien allá por dos mil catorce
se ocupó de publicar
un reconocimiento en forma de esquela
y yo que lo había desterrado
me enteré hoy de su muerte
que al parecer ocurrió poco después
de las fechas en que hablamos.

Sin tener conciencia
tuve la muerte a mi lado.
Había hablado con un cadáver en ciernes,
en sus últimos días de vida.

Hoy sé que él lo sabía
era imposible disfrazarlo
la amargura salvaje de su escarnio
era el resultado.

Quedan sus fotografías,
ese artículo en algún lado
y un pesar que arranca
lágrimas por no haberlo adivinado.

Lo que si me trasladó
fue su terror inhumano
ese querer desgarrar
la ternura de un abrazo
el dolor de alguien
que sabía de su fin.

Déjame darte un adiós,
déjame soltar el llanto
en esta suerte de Petenera,
que no mereciste
y que yo te regalo.

Él pensó que aislarse,
quedándose a solas con su dolor,
le alejaba de la vida,
no contó con otras formas
de acercamiento.
Nunca sonrió,
solo ladraba su rabia
evitando hasta la palabra.

Ahora respeto tu adiós,
tu paciencia con ese
hilo de vida esperanza
que te negaste.







¿Quién supiera escribir una Petenera ?, lo intento ...

Dispara fotos que destilan colores de su Sevilla
reflejos de los volantes al volver de cada esquina
El morao de sus ojeras es una madrugá esquiva
un tañido de guitarras por Soleá y Seguiriya

Le lloran las paredes de un patio con membrillos
mientras las moscas se alejan revoloteando consentidas
atraídas al olor del azahar en el Parque de María Luisa
pena que rompe un lamento en pleno enero de frío

De hiel su mirada, petenera y quejío
tatuados en su carne dolor y delirio
la cara erguida y su mirada al frente
con el orgullo de un toro en embestida.

Fue fuerte hasta el último aliento solitario y tibio
nunca dejó de mirar a través de su objetivo
minero con guadaña y fuego hiriendo hasta el fondo,
como sonido del bordón al final de un cante jondo


domingo, 5 de abril de 2020

Lejía






Cuando las miradas rehuyen el amparo de la luz
y la oscuridad es refugio del desconsuelo,
da vueltas en el corro de la gallina ciega
anhelando el tatuaje que dibujaban los botones de su camisa
en el hueco de su descorazonado pecho
vacío de abrazos nunca dados

Las horas son perlas que ahogan su garganta
el reloj abandonado en una caja del armario
nunca dió más la sensación de ir muriendo
minuto a minuto, segundo a segundo.
El crono lo marcan sus latidos
desacelerados hasta el infinito
suficientes a duras penas,
para expirar el aliento necesario.

Después de veinte días se ha pesado
increíble mantener el peso,
incluso ha adelgazado,
el ejercicio sustituto a sus caminatas
sorprendentemente está funcionando.

Sus brazos cansados abrazan la fregona,
limpia incansable para mantener todo intacto.
Que no se cuele ni un átomo
de ese miserable asesino
y pueda infectar a los suyos.
Expuestos en trabajos "esenciales"
en este "Maldito baile de muertos!"

Banderas a media asta
contemplan el paso de nadie.
Nadie se une a este homenaje de las ciudades,
nadie físicamente. Todos de corazón,
bueno todos no, que algunos aún
creen que esto es una fiesta particular
que les hemos facilitado
con nuestro confinamiento voluntario.

La sonrisa se hace hoy vital,
es la fórmula para continuar luchando
y tenemos sólo unos minutos para contagiarnos
a las ocho, como cada día, hemos quedado.

En este madrid antiurbano,
donde nadie se conoce aún viviendo
en la puerta de al lado,
hemos puesto caras, y poco a poco nombres
a los balcones que miramos.
Nos saludamos todos,
y hasta hablamos,
de balcón a balcón
se han creado amistades que
nos insuflan ánimo.

Dicen que nos queda mucho por seguir confinados,
hoy ya hasta nos da igual,
guerreros solitarios,
en balcones separados,
que se miran a los ojos,
que sonríen en su llanto.

Ánimo mis vecinos!,
valientes obedientes,
os veo muy guapos,
no me faltéis que paso lista,
como cada día uniremos nuestras manos.

Va por ellos, por nosotros,
por todos los que luchamos.
Por el que no podré volver a ver,
jamás.

@carlaestasola

El día después del fallecimiento de Luis Eduardo Aute, ese gran poeta contemporáneo al que algún día me habría gustado parecerme, salvando las distancias, el en grande, yo en cobarde.



miércoles, 1 de abril de 2020

TRAGALUZ (NO AUTORIZADA)





"Una mentira puede correr alrededor del mundo seis veces,
Mientras que la verdad está todavía tratando de ponerse los pantalones."

"Nunca le digas la verdad a quién no la merece."
Mark Twain


He vuelto a entrar, como si no supiera ya de sobra que no me sigues. Me habría gustado equivocarme, como tantas otras veces en mi vida, pero puto Twitter, traicionero y nada efímero, porque te recuerda que un día fuiste idiota, por una vez en tu vida, fuiste egoísta y sólo pensaste en ti, y eso querida, eso no se perdona. El pasado vuelve una y otra vez, inevitable desde este maldito encierro, repentino y no buscado.

Da igual, te guste o no yo también vivo aquí, en el primer piso, puerta 17, aunque doy al patio interior del #Tragaluz de refilón por mi dormitorio, también dispongo de dos balcones a la calle. 

Me parece mentira volver a escuchar los pájaros, desde hacía 34 años no había vuelto a escucharlos en estos árboles recién plantados hace tan sólo unos pocos años, castaños de indias, desagradables en primavera como un grano en el culo, y no lo digo sólo por aquellos que padecen de rinitis u otras mil formas de alergias, que también, sino porque suelen desprender esas marañas de paja. Ya, ya sé que los entendidos me vais a decir que no es paja, pero semejante si es, ¿o no?, ruedan por el suelo como si estuviéramos viviendo en el mismísimo desierto de Arizona, ¿he dicho Arizona?  Seguro que no es ese, pero es que hace siglos que he abandonado en un cajón todo lo que se refiere a Estados Unidos desde que tienen esos presidentes tan estrafalarios, pero el peor el último, que además de estar como una puta cabra, es un inconsciente de narices.  Y narices sí que tiene el tío, ¡me cago en toda su casta! Pero esa historia es harina de otro costal, en este instante al menos.

Seguimos... Ya sé que todos los vecinos mantienen la calma, que aparentan que nada pasa, y por primera vez en nuestras vidas es cierto, no pasa nada. Porque nada avanza, nos hemos quedado parados en el día 13 de marzo, y a partir de ahí, como educados que somos, nadie se mueve de su casa. Si hasta yo me he puesto a escribir de nuevo, ¿será este el apocalipsis del que hablaba la vecina, Mari, del quinto piso, puerta 17? … Ella es una jovencita muy mona que va siempre muy arregladita, como recién salida de la sala de maquillaje. Aun así Poncio es el único que realmente la entiende. No como a la del Cuarto piso, puerta 14, una tal Patricia a la que desde el día en que Paquita decidió pasar a otra vida, no la confortan ni Meitner y Curie, sus dos preciosas gatas. Entre los niños del bloque, están mis ruidosos vecinos del tercer piso, dos gemelos insoportables, que no soy la única que opina lo mismo que conste, también lo dice Yaiza del segundo piso puerta 8, que siempre cuenta lo del tal Luka que conoció en Dublín, y que nunca me he creído. Por no hablar de la loca del Ático, que se ha puesto más botox que la mismísima Cher, y a quién lo único que le preocupa es que se le noten las canas estos días que no podrá teñirse. Dicen las malas lenguas que cualquier día nos da un disgusto, pero yo creo que además de sus vestidos de lunares y sus tacones de vértigo, alguna vez fue una magnífica escritora, la pobre muñeca rota, ya ni siquiera es capaz de escribir algo que no sea sobre su propio culo.

En el peculiar edificio en el que vivimos hay fauna para dar y tomar, eso sí, todos muy solidarios a las ocho en punto salen a aplaudir como el resto del planeta a todos los sanitarios que se están jugando el tipo y parecen no importarle a nadie más que a los que aplaudimos. Entre los bichos Rara Avis del primer piso, está Olvido, en la puerta 1, una treintañera dice ella, aunque parece más cuarentona que otra cosa, imagínate si es yonki que ni siquiera le ha puesto nombre a su gato para no tener que llamarle, me comentaron un día, que se prostituía por ahí en un polígono de las afueras, y come gracias a lo que le fía la pobre difunta, así que a partir de ahora ya veremos cómo sobrevive.

Otro rarito del club del primero es Ezequiel, que fuma tanto que huele todo el puto rellano, se pasa la vida llamando colegueando con Emilio, el del tercero 9, un viejales al que abandonó su mujer hace la friolera de 10 años, a quién no vienen a ver ni sus hijos, eso sí también es amigo de Paquita. Su perro es casi tan raro como él, Profesor Mora le llama, ¡será cursi el tío!. Hablan de él, que bebe como un cosaco ruso y que a pesar de ir todo el día cámara en mano, no es nada buen fotógrafo, aunque para fotografiar el cadáver si ha estado rápido el tío..Y ni os cuento lo de la vieja lesbiana del primero, 3. Esa si que es rara la viudita refunfuñona, que protesta por todo pero luego sacude las migas de su mantel sobre mi ropa recién lavada.

Hablando de yonquis, no me puedo olvidar de otra vecina del primero, 4, Raquelita que roba luz a la Comunidad aunque aquí todo el mundo debe ser rico, porque nadie dice nada, y me consta que casi todos lo saben. Que para más inri hasta tuvieron que venir a quitarle a sus hijas porque no las atendía adecuadamente, pobres Jesi y Lidia, siempre llenas de mugre y con los mocos colgando, siempre sospeché que la que llamó a la policía para que se las llevaran había sido Paquita.

A toda esta lista de sospechosos, dice mi jefe que tengo que añadir a los jóvenes del edificio. Aunque no os lo había dicho, soy sargento de policía y este puto crimen me ha pillado con las bragas bajadas, y lo digo literalmente, porque estaba en el cuarto de baño cuando acaecieron los hechos. El inspector Garrido, dice que como vivo en el edificio nadie mejor que yo para hacerle una ficha de los posibles asesinos, porque el piensa que esto de suicidio no tiene ninguna pinta. Que uno no puede estar repartiendo tuppers de croquetas cinco minutos antes de suicidarse, que eso no es una suicida ni de coña, así es que a currar.

Incluyendo en la ficha a los que me quedan, con lo que esto me aburre... Seguimos... En el cuarto, 13, está Rómulo, un romántico empedernido enamorado de Patricia, la vecinita de piso, como un idiota. Fuma los puros más caros del mundo y nadie sabe de dónde saca, para tanto como destaca. La Señorita Alma del quinto, 19, veterinaria sin mascotas, enamorada como una gilipollas del americano, Jack del cuarto, 16, que vino de Virginia y parece tener aficiones en la Deepweb, obsesionado con usar un bate de baseball, yo qué sé para qué, espero que no lo haga o tendré que detenerle. Y otro raro de narices es el tal Augusto Francisco del quinto, 20, cuya casa fue heredada de su abuela, y que está totalmente desquiciado porque parece que fué testigo del suicidio de su abuelo cuando era pequeño.

Conozco poco de Maria Antonia, y su marido Julián, en el tercero, 3, y sus hijos, una adolescente con la que tiene problemas de entendimiento y los gemelos Miguel y Andrés que son estudiantes, o eso creo, que no lo tengo muy claro. Me olvido de alguien seguro, al menos de los conocidos que el resto tengo que hacerles ficha porque desconozco todo. Tampoco es que sepa demasiado de Mari Paz y Benigno del segundo piso, 7, un matrimonio en puertas de la tercera edad, que aún recuerdan los tiempos de Franco en los que eran libertarios aunque tenían que pasar por el crisol de mamá, quién horrorizada por un embarazo les obligó a casarse cuando ella sólo contaba con 23 años, pobre mujer, nadie le hubiera dicho entonces que se pasaría 16 días encerrada en casa por este maldito bicho, limpiando como una posesa y haciendo acopio de lejía en el súper.

Ah!! Espera un segundo, el músico, ¿cómo se llama el músico? Eugenio del segundo, 5. Bueno que el dice que es pianista, pero yo nunca le he oído tocar, comenta que no puede hacerlo desde que falleció su madre, y no digo que no, pero ya se sabe que un pianista sin practicar es como un jardín sin flores. ¡Qué pena con lo que me gustaría a mi, escuchar una buena Sonata de Haydn, imagino ( https://youtu.be/JEAl0YG3bgU ) pero no, esto no va a ocurrir al menos por ahora, decepcionante. 

Debo seguir mi larga lista, y aun me quedan tantos por investigar, pero al menos a este grupito les conozco un poco. Seguiré con la investigación, como suele ser mi costumbre, pormenorizada y profesional, para que no se diga, aunque yo creo que la teoría de Garrido se caerá por su propio peso después del resultado de la autopsia, y resultará que ha sido un suicidio sin más. Una mujer sola, abandonada a su destino que intentó hacer piña a su alrededor para crearse la ilusión de la familia que nunca tuvo, y que un día sin más, dejó de tener sentido. Seguramente las pastillas rosas le hicieron tomar el valor que nunca había tenido por sí sola para acabar de una vez con su mierda de vida.

Suena el teléfono, el pesado de Garrido quiere que empiece a interrogar a todo el mundo a la de ya, pero si aún no tengo a todos recopilados... ¡Madre mía! este hombre es un gran explotador frustrado. Os dejo, que voy al lío.

Hasta más ver, majos!


@carlaestasola en colaboración NO AUTORIZADA para 

TRAGALUZ https://perdidoenelartico.com/xmlrpc.php


domingo, 29 de marzo de 2020

Sexta Planta



La Sexta planta

Andante a ese nuevo mundo
en que el mar contenido en una pequeña pecera
se instaló en mis ojos durante una temporada
mientras la opacidad de lo de fuera
sólo interpretaba sombras
haciendo al sonido protagonista de las escenas

Mil historias imaginadas no valdrían
sin la leve caricia amistosa de un galeno,
que minutos más tarde presenciara
la huida hacia el interior del sueño más profundo
mientras lo inerte tomaba tu cuerpo

Tu todo envuelto por el verde esperanza
bajo un sol de miles de vatios de potencia
y el sonido de tus constantes vitales
como banda sonora

Y ya da igual sean minutos u horas
cuando hasta el subconsciente te abandona
la luz se apaga y te cobija un número
en la puerta de la sexta planta.

No habrá paisajes,
sólo la música se queda
ella fiel y austera,
fuera
devora el corazón de quien vive a ciegas.

Una voz amiga esperanza y sol
describe el atardecer en mi ventana
mi mano buscaba su mano
pero allí
nadie quedaba.

Desde la oscuridad que alimenta la soledad
apenas yo, mi música,
las desconocidas voces narrando historias,
en la distancia, afuera.

Volvió Karenina y su desamor,
Alonso Quijano y sus cuitas…
El infierno de Dante,
la belleza de los poemas,
difícil de disfrutar desde ese sonido mecánico
que los impersonales audio libros nos dejan
pero al menos ellos están
para amenizar la larga espera

@carlaestasola
Un día de diciembre en la blancura de una habitación en sexta planta, Madrid 2016 

Poema publicado en El Poder de Las Letras sobre recuerdos de mi operación de desprendimiento de retina, meses más tarde, ya viendo la luz.

Música: Dvořák Cello Concerto – London Symphony Orchestra cond. Daniel Barenboim by Jacqueline Du Pré



sábado, 25 de enero de 2020

Un cumpleaños, una matanza, y dos sevillanos


Una de las cosas que la Derechona española echa en cara al actual gobierno, es que lo han conseguido gracias a los votos de los terroristas. Es increible que ellos se atrevan a pronunciar siquiera la palabra "terrorista". Seguramente son demasiado jóvenes y no vivieron los asesinatos silenciosos de la derecha en los años sesenta, setenta y ochenta, o quizás no son lo suficientemente aficionados a la lectura y no han leído nada ni sobre ese, ni sobre ningún otro tema, me temo.

Ayer día de mi cumpleaños, se cumplía también el 43 aniversario de una matanza en la calle Atocha, donde cinco abogados laboralistas que defendían a los trabajadores fueron vilmente asesinados en su despacho. 

Viví ese duelo muy de cerca, pues un amigo mío y su hermano, sevillanos ellos, Juan y Fernando Lobato se salvaron de esa masacre por estar cenando conmigo, celebrando mi cumpleaños. El día de autos deberían haber pasado por el despacho ambos, pero como terminamos de cenar tarde, finalmente no pasaron. La mañana del día 25 recibí la llamada de Juan: "me has salvado la vida", me dijo sin parar de llorar por sus compañeros. 

Ahora no me habléis de terroristas, los hijos de los asesinos de entonces. ¡Vosotros no tenéis derecho a hablar de asesinatos!

Desde entonces cada día de mi cumpleaños, recuerdo a aquellos cinco abogados, porque hoy es presente, estoy viva, soy de izquierdas y estoy muy orgullosa de ello.

Pero jamás olvidaré el pasado, que en este Madrid no se podía pasear por la noche sin la vigilancia clandestina y cobarde de los "Guerrilleros de Cristo Rey", y del terror que viví varias veces cuando apaleaban a la gente los domingos en el Rastro, niños y mujeres terminaban pisoteados, puestos por el suelo y gritos de terror... Tantas cosas que no puedo  perdonar, ni olvidar.

De eso se trata ser mayor de contar lo que has vivido, para que nunca más vuelva a repetirse.

Me felicito, y felicito a todos los que han sabido perdonar.

Texto Publicado 25 Enero 2020


@carlaestasola


Nota actualizada: 

Hoy día 24 de Enero de 2023, vuelvo a estar con todos los que han venido a la Plaza de Antón Martín a celebrar este hermoso acto de memoria, este recuerdo a los abogados laboralistas, cobardemente asesinados por la derecha. Hoy que lamentablemente está tan presente políticamente de nuevo esta gente. Hoy más que nunca recordamos quiénes son y cómo actuan, gracias a los compañeros asesinados. Hoy 46 años después, seguimos recordándoos, como héroes de una forma de ser, con valores reales, con solidadaridad real. 

Hoy soy yo Fernando y Juan Lobato quien os agradece haber estado conmigo aquella noche, para poder seguir transmitiendo 46 años después, que seguimos aquí y que nuestras vidas se encauzan gracias a esos valores por los que ellos murieron asesinados. Viva la Internacional!






miércoles, 8 de enero de 2020

Vanidad en año nuevo



VANIDAD EN AÑO NUEVO

Lo agotador
de vivir con un ladrón de ilusiones,
que nos roba los poemas.

El letargo 
que sólo despierta,
rendida 
en este banco,
al ruido del tráfico del centro,
con el arrastrar de las ruedas de los trolleys
constantes siempre en mi barrio.

Siempre,
Nunca,
Todo,
Nada,
extremos siempre
buscando
un punto de apoyo
que me conceda el equilibrio.

Hoy,
nunca,
de nuevo
mis palabras más usadas.

Más,
menos
nada de nuevo.
Ya no sé que espero,
porque no espero,
desespero.

Todo, 
de nuevo.
Cadencias,
ritmos repetidos hasta el infinito.

Arriba,
abajo
silencio en mi pentagrama.

Dicen que,
la tristeza más profunda
es la que te obliga
a escribir en verso.

¿Ves Antonio?
Feliz no puedo.
Perdón por este intento de verso
al año nuevo.

Donde volvemos a los años veinte
la rueda
gira de nuevo
nada nuevo.

Párate a escribir,
de vez en cuando.

Retoma reflexión
vuelta a la soledad,
que no a estar sola.
Pero siempre,
voluntariamente.

Antes de ser dejado,
apartado,
uno
siempre se va antes.

Ojalá
a veces
piensas, irte del todo.

Volver a esa vanidad
difusa,
confusa,
de querer ser poeta
en causa,
me impide hacer lo que deseo.

¿Y qué es lo que quieres?

Tonta,
ilusa de mí.
Ser feliz, 
pretendía
pero ahora lo deseo.

Y volviendo a los extremos

Nada
me acerca más a la felicidad
que mis versos.

¿A ver si va a ser eso lo que quiero?
Volver a escribir de nuevo.

Lo viejo,
lo vivido,
la imaginado,
los sueños,
mezclados en un intento de poema.


@carlaestasola

Vuelvo a escribir después de mucho tiempo. Soy mi propia inspiración, quizás locura, quizás sólo vanidad, prometiendo intentarlo de nuevo.




IMAGEN: Eliza Freire / Onde jà se fez noite

MÚSICA:  Sheku Kanneh-Mason - Rachmaninov, Elégie



martes, 29 de mayo de 2018

Serie Negra - Poema Número 2






Poema Número 2


El humo de su cigarrillo,
volaba en sentido contrario
a sus pensamientos.
Hacia su espalda,
rozando el lóbulo de su oreja.
daba la sensación
de ser tragado por ella,
tras la ventana abierta.

Volver de la locura
es un camino incierto
que el asesino no contempla,
no racionalmente al menos,
eso queda para los cuerdos.

Placer, vanidad, orgullo,
lujuria, risas, ego.

Para un asesino a sueldo
un fiambre no es razón
para salir corriendo,
la huída nunca demasiado precipitada.
Demostrando sosiego, profesionalidad.

Se regodea contemplando la escena,
evaluando los parámetros mentalmente,
perfecto, se dice hacia dentro,
mientras apaga su cigarrillo
aplastándolo fuertemente
contra el alcorque de la ventana.

Es hora de continuar con su lista.
20.000 euros por cabeza.
Guarda su amada arma,
caliente aún el cañón en su extremo.
Ella nunca le falla.
No la cambiaría ni por la mejor de las mujeres,
la cuida, la acaricia, la mima.
Sabe que algún día no muy lejano
descansará a su lado,
si antes el que le mate no se la arrebata.

Levanta sus posaderas,
sale de la escena con parsimonia egregia.
sin molestarse en cerrar la puerta.
Esa valentía que da el trabajo finalizado,
bien hecho se dice de nuevo.
Sabe que nunca escuchará ese halago
del pagador,
por eso se lo regala,
y eso qué importa, mientras se valore el mismo.

Agacha la cabeza, la lluvia arrecia.
Sube el cuello de su chaqueta
mientras piensa,
A ver si sigue su racha
y sigue sin necesitar una segunda bala,
que está la vida muy achuchada…

Claqueta, Escena primera -escenario del crimen- Segunda toma

@Carlaestasola
Mi guiño a los que escriben género Novela Negra.



***


Música: Kenny Burrell - Midnight Blue (1963) 

Imagen: Copyright 2016 Emons Verlag GmbH. Edición en Estados Unidos, Libros Thomas Dunne

#Negra #Crimen #Asesino #sueldo #Escena